El aporte del Centro Janssen al Día de la Cruz en Holguín
HOLGUÍN, Cuba.-La Exposición ‘40 años de Arte Sacro’ y ‘Conversatorio sobre el Día de la Cruz’, han sido dos aportes del Centro Janssen a las celebraciones del Día de la Cruz y las tradicionales Romerías de Mayo en la Ciudad de Holguín.
La cita fue en la Biblioteca diocesana “Dr. Bernardo Fernández” en donde el Centro Janssen dedicó su tradicional espacio “Viernes de San Isidoro” para unirse a esta fiesta con sus tradicionales Romerías de Mayo, que llenan sus parques con la música de la “Oda de la alegría”, precisamente en este año en que la Diócesis de Holguín vive con gozo y alegría sus 40 años de peregrinar en esta porción de la región oriental.
La exposición presentada al público recoge pinturas donadas por sus creadores al Obispado y al Centro Janssen. El lugar, comentó el diácono Noelio Suárez Batista, “es precisamente esta casa, hoy Biblioteca Diocesana, que, muchas veces recibió enfermos para ser curados y hoy, a través del arte, sigue curando almas”.

En el conversatorio efectuado sobre el Día de la Cruz, la historiadora Ángela Peña Obregón llevó mentalmente a los presentes hasta la Loma de la Cruz, símbolo de la ciudad, desde cuya cima el 21 de septiembre de 2015, el Papa Francisco bendijo la ciudad y a todos sus hijos.
No faltó la alusión a Oscar Albanés por su mayor obra de trascendencia cultural para Holguín que fue la construcción de la Escalinata de la Loma de la Cruz con el objetivo de facilitar la ascensión hasta la cima del cerro los 3 de mayo y el Domingo de Resurrección. En estos días hombres y mujeres acudían a la Loma para celebrar la Resurrección de Cristo y el Día de la Cruz.

También la investigadora e historiadora Haydee Toirac, adentró al público en la tradición religiosa-cultural de los Altares de Cruz. En su presentación señaló lo significativo que fue encontrar, en el estudio completo y clasificación de las fiestas para el Atlas Etnocultural de Cuba, que el grueso de las fiestas tradicionales de Holguín por razones históricas y claras en su origen, es de antecedente hispano”. Explicó que “lo africano vendrá un poco después para la ciudad de Holguín”.
La historiadora dejó claro que “la fiesta de Exaltación de la Santa Cruz, que no se celebra ya, fue una fiesta familiar no solo de la ciudad de Holguín, sino un fenómeno religioso-cultural del territorio de lo que es hoy la Provincia”. Diferenció lo ocurrido en la ciudad y en las áreas rurales con los Altares de Cruz a los cuales se les llamaba Altares de Promesa.

Se refirió al historiador Erminio Leyva, para quien Gibara es una de las primeras ciudades, junto a Holguín, que hace referencia a esta fiesta. Desde mediados del siglo XVIII se hacían los Altares de Cruz cada 3 de Mayo. Igualmente se podían encontrar Altares de Cruz en Mayarí y Sagua de Tánamo.

Afirmó que las tradiciones, en particular los Altares de Cruz, “tiene que ver con la evolución de los festejos. No son un ente muerto, sino un ente vivo”. Para la investigadora se trata de fiestas tradicionales que perduran mientras funcionen para la comunidad que les dio origen, “uando dejan de ser de interés humano simplemente mueren”.
Durante el conversatorio que siguió a las presentaciones Marita Hung, resaltó la importancia del libro los Altares de Cruz de Haydee Toirac y animó a su autora a que reedite su investigación con el fin de que las nuevas generaciones conozcan y vivan estas tradiciones cristianas.

El P. Arnaldo Aldama, también presente entre el público, indicó que si los Altares de Cruz, como había señalado la profesora Haydee, “fueron celebraciones en y por familias, por qué no revivir esta tradición en nuestras casas de misión”.
La pintora española Cristina Fonollosa, radicada en Holguín, relató sus vivencias como jurado en las festividades de los Altares de Cruz y Cruces de Mayo en España así como de la participación e integración de jóvenes y mayores, haciendo de estas tradiciones fiestas de toda la ciudad. (Lourdes María Escalona Parra).
HOLGUÍN CATÓLICO