Presentan el Plan Pastoral 2023-2030 con el lema ‘Conviértanse y crean en el Evangelio’ en reunión de agentes pastorales de la Diócesis de Holguín

HOLGUÍN, Cuba.-Durante una reunión de Agentes Pastorales en la Diócesis de Holguín el 24 de agosto, el obispo Mons. Emilio Aranguren Echeverría  ha comentado  sobre el Plan Pastoral dado a conocer por los obispos cubanos bajo el objetivo general de: Vivir una conversión permanente a Jesucristo, a nivel personal y comunitario, para acercarnos al que sufre, sanar heridas y compartir con todos la alegría del evangelio.

En su sitio web, el pasado 15 de agosto, los obispos han presentado “al santo pueblo de Dios, el Plan Pastoral que pueda inspirarla vida de nuestra iglesia durante los años l2023-2030”, bajo el lema “Conviértanse y crean en el Evangelio” (Marcos 1,15).

Este plan, explican, busca “ inspirar acciones evangelizadoras, generar sueños y dinamismos que nos permitan tener un horizonte común y caminar hacia él, acompañándonos mutuamente”.

Para ello, en cada diócesis, parroquia, comunidad cristiana, comisiones de pastoral, etc., han de apropiarse de este Plan y traducirlo en su propia realidad. Es por ello que, parte del encuentro de Agentes Pastorales de la Diócesis, se ha dedicado a orar y presentar el Plan y a motivar para su conocimiento e implementación.   Mons. Aranguren,   actual Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos apuntó que detrás del Plan Pastoral está el sentido de comunión con el pueblo y se refirió a las tres llamadas  a la conversión que el Plan propone, cada una con posibles sugerencias de acciones concretas.

Conversión a la fraternidad-comunión: Soñamos vivir nuestra fe en comunidades de puertas abiertas, donde todos son invitados a entrar, como una mesa donde siempre hay un puesto disponible, porque la alegría de la fiesta no será plena mientras falte un miembro de la familia.  

Conversión a la participación: “Una Iglesia donde todos sus miembros pueden sentirse corresponsables es también un lugar atrayente y creíble”, dicen los obispos. Señalan que “ en las comunidades necesitamos de espacios para alzar la voz y escuchar otras opiniones, aunque sean diferentes”.

Conversión a la misión: “La Iglesia entera es misionera”, dicen y “cada bautizado tiene la vocación de propagar el Evangelio en los ambientes donde vive”. El testimonio de coherencia “entre lo que creemos, decimos y hacemos… por el que muchos cristianos cubanos pagan un alto costo personal y social, nos confiere fecundidad apostólica”.

Durante el encuentro los agentes pastorales tuvieron un rato de reflexión personal siguiendo la pauta que el mismo Plan ha propuesto en un anexo y compartieron en grupos sobre el pasaje bíblico que se ha propuesto para iluminar el camino pastoral de la Iglesia en Cuba en los tiempos actuales: la parábola del Buen Samaritano (Lucas 19,25-37) que se dejó interpelar por la realidad del herido al borde del camino, se acercó y se ocupó de su situación, a pesar de ser un extranjero.   Como dicen los obispos “más allá de una llamada al ejercicio de la caridad, la parábola implica un cambio radical en la concepción que se tenía de Dios, del culto, de la religión, de la Ley, de la relación con el prójimo”.

También los obispos han mirado a la realidad cubana y se han dejado interpelar por ella, haciendo un breve análisis  de la situación en que vive hoy el pueblo cubano. Afirman que  con el ejemplo del buen samaritano “queremos acercarnos a este pueblo nuestro como hermanos, pues compartimos la misma vulnerabilidad, y al mismo tiempo, deseamos continuar ofreciendo el tesoro que hemos recibido y llevamos “en vasijas de barro” (2 Cor 4,7): la Buena Noticia de que Dios nunca nos abandona y se acerca siempre para sanar, consolar, aliviar y salvar”. En su análisis, reconocen que su propuesta  “llega contemporáneamente con la vivencia de uno de los momentos más difíciles de la historia patria… probablemente  la crisis más grave de los últimos decenios”. Y van ofreciendo datos y situaciones:

“Las carencias de alimentos y medicinas han alcanzado niveles nunca antes vistos entre nosotros. Hay una inflación y un malestar crecientes con una carga significativa de agobio, desesperanza y desidia. Nuestras comunidades y agentes pastorales participan del cansancio que genera el subsistir diario en Cuba. No se reconoce suficientemente la riqueza que supone para la nación la pluralidad de pensamientos, opiniones e ideas, cada vez más presentes entre nosotros”.

Indican también la situación migratoria por la que un sector importante del pueblo, sobre todo jóvenes y personas capacitadas, vislumbran la emigración como la única salida. Anotan la falta de espacios y propuestas concretas. Constatan ”un aumento de la inseguridad ciudadana, deterioro de los valores morales, la no percepción del bien y de la verdad.

Resaltan que  una cierta apertura en el emprendimiento privado,  y el valor de estas iniciativas, “sea el elemento más significativo de una transformación que se gesta, tan anhelada en otros ámbitos por muchos cubanos”.

Los obispos reconocen que tambien la Iglesia se ve afectada: en la carencia de agentes pastorales y medios de evangelización. “Nuestras catequesis son pobres, tenemos pocos jóvenes comprometidos y escasas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.

Hay también una fragilidad en la vida familiar y en la vivencia del amor fiel y fecundo de los esposos” Por todo ello, reafirman la necesidad de “un Plan Pastoral, para que la Iglesia pueda, como con una especie de brújula, navegar por los mares de la historia presente de Cuba, cumpliendo la misión que Jesús nos confía y dando testimonio de comunión”.

Asumiendo la Cruz de Cristo y la fragilidad de su Encarnación como camino hacia la Pascua afirman que “es necesario hoy una conversión personal y comunitaria que implique acercarnos y comprometernos con la humanidad vulnerable en Cuba”.

El Marco teológico del Plan es un documento público desdeel 15 de agosto que puedes descargar

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