Llegó cargado de regalos para los niños de los empleados
HOLGUÍN, Cuba.- En el día de la Epifanía, el rey Baltasar se presentó en el Obispado de Holguín con una bolsa llena de regalos para los niños de los empleados y de algunos vecinos.
Cuando hizo su entrada, todos cantaban: Melchor, Gaspar y Baltasar, con los regalos de la ilusión
“Hola. Soy Baltasar y vine a darles los regalos a los niños pues mis hermanos Melchor y Gaspar han ido a otros hogares” dijo al presentarse …”¿Cómo están los niños?” Preguntó. “Bien, todos gritaron”. Baltasar explicó: “Ahora yo les llamaré y su regalo les daré”.

De la gran bolsa sacaba otras pequeñas de papel con los regalos, mientras anunciaba el nombre de cada niño presente. Y cada niño se acercaba, saludaba al mago y volvía a su asiento contento y empezaba a mirar en su bolsa.
Momentos antes el Obispo, Mons. Emilio Aranguren Echeverría había dado la bienvenida a todos y había explicado el sentido de aquel encuentro, “porque cuando a la Iglesia se le mira como familia, se habla de padre, de madre, de hermanos. Y esta casa es la casa del padre y todos somos familia”.

El diácono Noelio Suárez Batista leyó para todos la narración sobre los reyes magos que aparece en la Biblia y cuenta como los tres sabios siguieron una estrella y llegaron al portal de Belén para ofrecer al Niño Dios sus regalos de oro, incienso y mirra significando que Jesús es Rey, es Dios y es hombre .
Momentos después una mamá y una niña escenificaron una viñeta en que la niña le pregunta a la mamá si existen los Reyes Magos.
En su explicación María Lourdes Peña hizo entender a su hija María del Carmen y todos los presentes que los Reyes Magos existen y que en su deseo de complacer a todos los niños y llevarles sus regalos, recibieron una sugerencia del niño Jesús: buscarse a los colaboradores que mejor conocen a los pequeños de cada familia que son sus papás, y de esta manera ellos pueden realizar los sueños de todos los niños del mundo.
Fue entonces cuando Caridad Julia anunció la entrada en la sala del Rey Baltasar, entre la expectativa y la algarabía de todos. Nadie se quedó sin regalo y todos disfrutaron de una dulce merienda, con un gran pastel, chocolates y golosinas.
HOLGUÍN CATOLICO