El obispo de Holguín en el estadio para apoyar al equipo provincial de Los Leñadores
LAS TUNAS, Cuba.- Aunque Los Alazanes de Granma se impusieron 3×2 sobre Los Leñadores de Las Tunas, llevándose el título del beisbol cubano, no se puede ocultar el ardor beisbolero que se ha vivido en la Provincia tunera, que llegó hasta el campanario de la Parroquial Mayor de San Gerónimo y al mismo Obispo de la Diócesis y su feligresía
Los medios de prensa se han hecho eco de estos detalles. El sitio web PERIODICO26.CU de La Provincia tunera hacía notar que antes de la fecha final “en la jornada que puso fin a las pretensiones azules, repicaron las campanas de la parroquia de San Gerónimo”, muestra de júbilo y alegría que, aseguraban, repetirían los fieles católicos de llegar a campeones.
El escrito de Esther De La Cruz Castillejo, del 29 de enero, resaltaba la pasión vivida también por “monseñor Emilio Aranguren, obispo de Holguín, la diócesis que comprende además al territorio civil de Las Tunas, quien llegó hasta el estadio para apoyar a los Leñadores, en el juego del domingo último”.
Los lectores quizás no saben que se trata de un Obispo que vivió de cerca el deporte y lo practicó. Su padre fue ciclista en el País Vasco y, en Cuba, jugaba al frontón, una modalidad de la pelota vasca. Su hermano Daniel era zaguero y el mismo Obispo delantero en lo que hoy llaman “frontennis”. Y desde pequeño el Obispo fue “mascota” del equipo de mayores de baloncesto. Al diagnosticarle una escoliosis dorso lumbar no continuó como deportista sino como árbitro-anotador y también como comentarista.
Aun conserva una libreta de anotación de baseball, a nivel provincial, lo que le permitió incursionar en la narración deportiva en la Emisora Provincial CMHW de Santa Clara. Junto con otro joven, hoy oficial militar que trabaja en GeoCuba, tuvo un programa radial que se titulaba “Bajo las tablas”. Su interés por el deporte continuó en los años de seminario y recientemente un comentarista de Radio Angulo se ha referido a él como ‘el obispo pelotero’.
La población de Holguín también lo reconoce. Al concluir una visita pastoral en el barrio de Alcides Pino, en donde celebró la Eucaristía, su sorpresa fue encontrar sobre el parabrisas del carro una pequeña escultura en cartón con el ‘hacha’ de Los Leñadores, galardón que se entrega en la copa Teófilo Stévenson.
HOLGUÍN CATÓLICO