UN LEGADO QUE ES SEMILLA QUE FRUCTIFICARÁ AL CIENTO POR UNO

En el Domingo de la Divina Misericordia, Mons. Emilio Aranguren recuerda al Papa y su legado a través de las ondas radiales

HOLGUÍN, Cuba.- A través de as onda radiales en Holguín y Las Tunas se ha recordado que es el Domingo de la Divina Misericordia, mencionando palabras del Papa Francisco, fallecido el 21 de abril, que dijo “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra”.

En su reflexión el obispo de la Diócesis de Hoguiín, Mons. Emilio Aranguren Echeverría recuerda al Papa Francisco cuando fue elegido 13 de marzo de 2013 y desde el balcón central de la Basílica Vaticana saludó al pueblo y expresó también sus deseos para la Iglesia diciendo:

El Papa Francisco en el balcón de la Basílica a de San Pedro, saluda después de su elección

“Ahora, comenzamos este camino: Obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad. Deseo que este camino de Iglesia, que hoy comenzamos… sea fructífero para la evangelización de esta ciudad tan hermosa.

Antes de bendecir, el Papa elegido en 2013 se inclinó para ser bendecido por el pueblo en la Plaza

Y ahora quisiera dar la Bendición, pero antes, antes, les pido un favor: antes que el Obispo bendiga al pueblo, les pido que ustedes recen para el que Señor me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la Bendición para su Obispo. Hagamos en silencio esta oración de ustedes por mí….

Mons. Aranguren señala que “este ha sido el camino recorrido por el Papa, comenzado teniendo 76 años de edad y concluido con 88, ya anciano, enfermo, pero siempre coherente en su vida como cristiano, religioso, obispo y Papa.

Indica también que el Papa Francisco al morir y al caer en tierra, “se convirtió en semilla que, llegada la primavera, fructificará al ciento por uno. ¡Sigamos adelante en el Año Santo como Peregrinos de Esperanza en medio de nuestro pueblo viviendo la bienaventuranza expresada por Jesús a Tomás: “Felices los que crean sin haber visto”. Amén.