Una carta del Papa sobre el valor de la literatura  y la poesía en la formación 

VATICANO.-El Papa Francisco ha escrito una carta sobre el valor de la literatura en la formación y no la dirige solo a los que se preparan para el sacerdocio sino para todos los agentes de pastoral y para cualquier cristiano por  “la importancia que tiene la lectura de novelas y poemas en el camino de la maduración personal”.

El Santo Padre comparte su preferencia por los autores trágicos porque “todos podríamos sentir sus obras como propias, como expresión de nuestros propios dramas”. Pero advierte que “cada lector ha de encontrar aquellos libros que digan algo a su propia vida y se conviertan en verdaderos compañeros de viaje”. 

Y aunque valora de modo muy positivo  que  al menos en algunos Seminarios, “se dedique tiempo a la literatura. Reconoce  que “ en general, hay que constatar con pesar que, en el proceso formativo de quienes se preparan al ministerio ordenado, la atención a la literatura no encuentra actualmente un lugar conveniente”.  Y esto no es bueno, afirma, “ es el origen de una forma de empobrecimiento intelectual y espiritual de los futuros sacerdotes, que se ven así privados de tener un acceso privilegiado al corazón de la cultura humana y más concretamente al corazón del ser humano, a través de la literatura”.

Después de una introducción sobre la motivación del Papa para esta carta, los títulos de las secciones van dando el contenido:

Fe y Cultura
Jamás un Cristo sin carne 
Un gran bien
Escuchar la voz de alguien
Una forma de ejercicio de discernimiento
Atención y digestión
Ver a través de los ojos de los demás
El poder espiritual de la literatura

  A lo largo de un documento de 5.000 palabras el Pontífice  comparte sabiduría de autores antiguos y modernos que han valorado la literatura y la poesía, como A.Spadaro, R.Latourelle, Karl Rahner, Juan Pablo II, Pablo. VI,  Marcel Proust, C.S. Lewis, José Luis Borges. T.S. Eliot, Ignacio de Loyola y Jean Maritain.  También el Concilio Vaticano II varias veces, así como  su propia carta  Evangelii Gaudium. 

Repitiendo lo que ya dijo en Evangelii Gaudium, recuerda  que hoy día, “ más que el ateísmo se nos plantea el desafío de responder adecuadamente a la sed de Dios de mucha gente, para que no busquen apagarla en propuestas alienantes o en un Jesucristo sin carne».^. Y por lo tanto  es urgente anunciar  el evangelio de manera que  todos puedan encontrarsecon un Jesucristo hecho carne, hecho hombre, hecho historia. 

“Debemos cuidar que nunca se pierda de vista la “carne” de Jesucristo; esa carne hecha de pasiones, emociones, sentimientos, relatos concretos, manos que tocan y sanan, miradas que liberan y animan; de hospitalidad, perdón, indignación, valor, arrojo. En una palabra, de amor”.

La carta enumera los beneficios prácticos del habito de la lectura  y cómo prepara  para comprender y afrontar las diferentes situaciones que pueden presentarse en la vida. Y citando al teólogo Karl Rahner considera que “se puede decir que la palabra verdaderamente poética participa analógicamente de la Palabra de Dios”.

Puedes leer el texto en la Sala de prensa del Vaticano 

Y si no logras acceder puedes descargarlo aquí mismo

HOLGUÍN CATÓLICO