
En el séptimo día de la Novena, domingo 5 de septiembre: María maestra ante el dolor y la enfermedad
HOLGUÍN, Cuba.-Cada día de la Novena junto a la Virgen se ha reflexionado sobre un tema y en el día séptimo, que coincide con el domingo, el tema es: La Virgen nos hace comprender el sentido de la enfermedad.
Por tratarse de este tema los radioescuchas reciben el testimonio de la Hna. Rosita sobre sus visitas pastorales a los enfermos. Ella comparte que una enfermedad bien llevada marca el sentido de la vida de muchas personas que, en la enfermedad, se acercan a Dios .
En su mensaje Mons. Emilio Aranguren Echeverría, obispo de la Diócesis de Holguín, comparte que estuvo muy cerca del Papa San Juan Pablo II en su visita al Rincón de San Lázaro, en La Habana, en 1998. Su visita fue un encuentro del Santo Padre con el mundo del dolor.
Entonces, en aquel lugar, el Papa hizo una catequesis sobre el sufrimiento y Mons. Aranguren recuerda sus palabras:

“Todo ser humano experimenta de una forma u otra el dolor y el sufrimiento en la propia vida y no puede dejar de interrogarse sobre el mismo. El dolor es un misterio muchas veces inescrutable para la persona humana. Forma parte del misterio de la persona humana que solo esclarece en Jesucristo quien revela al hombre su propia identidad. Sólo desde Jesucristo podremos encontrar el sentido a todo lo humano. El sufrimiento no puede ser transformado y cambiado con una gracia exterior sino interior ya que el ser humano percibe su respuesta salvífica a medida que se convierte en participe de los sufrimientos de Cristo.
La respuesta que llega mediante esta participación es una llamada: ¡Sígueme! ¡Ven! Toma parte, con tu sufrimiento, en esta obra de salvación del mundo que se realiza a través de mi sufrimiento por medio de mi cruz. Este es el verdadero sentido y el valor del sufrimiento, de los dolores corporales, morales y espirituales. A la pregunta humana, el Señor responde con una llamada, con una vocación especial, como tal, tiene su base en el amor”.
Además, el Obispo recuerda que, en aquel momento, el Papa hizo una distinción entre el dolor físico y el dolor moral y habló también del sufrimiento del alma, el que padecen los segregados, los encarcelados por diversos motivos o por razones de conciencia, por ideas pacíficas aunque discordantes.

En este año marcado por el sufrimiento de la pandemia del Covid19, Mons. Aranguren recuerda que entonces el Papa hizo dos exhortaciones que se aplican al momento actual. Dijo entonces el Papa:
“Los cubanos necesitan de la fuerza interior de la paz profunda y de la alegría que brota del Evangelio del sufrimiento. Ofrézcanlo de modo generoso para que Cuba vea a Dios cara a cara, es decir, para que camine a la luz de su Rostro hacia el reino eterno y universal, para que cada cubano, desde lo mas profundo de su ser pueda decir, (como Job), ‘Yo se que mi redentor vive’. Ese redentor no es otro que Jesucristo nuestro Señor”.

Además San Juan Pablo II se refirió a la Virgen, oró ante Ella y dijo:
“Al pie de la cruz con los brazos abiertos y el corazón traspasado está nuestra madre la Virgen María, Nuestra Señora de los Dolores y de la Esperanza que nos recibe en su regazo maternal henchido de gracia y de piedad. Ella es camino seguro Cristo nuestra paz, nuestra vida nuestra resurrección. María, madre del que sufre, piedad del que muere, cálido consuelo para el desalentado. Mira a a tus hijos cubanos que pasan por la dura prueba del dolor y muéstrales a Jesús fruto bendito de tu vientre”.
Mons. Aranguren añade: Virgen de la Caridad haznos comprender el sentido de la enfermedad y del sufrimiento . Amén
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HOLGUÍN CATÓLICO