SAN PEDRO POVEDA: SANTIDAD Y MISIÓN PARA TODOS

Conferencia en Holguín Cuba con motivo del Centenario de la Ap robación Pontificia a perpetuidad de la Institución Teresiana

HOLGUÍN, CUBA.-Santidad y Misión en San Pedro Poveda ha sido el tema que ha reunido a católicos de la Diócesis de Holguín, con motivo del Centenario de la Aprobación Pontificia de la Institución Teresiana, Asociación Laical que colabora en la Diócesis en la formación de los laicos.

“Para Pedro Poveda la santidad es para todos, sin medidas, no está unida a un estado o forma de vida” señaló la teóloga Carmen Aparicio Valls durante su conferencia en la Biblioteca Diocesana el 20 de julio.

“ Seguir a Cristo con una entrega total y radical es para todo cristiano”, reiteró la ponente ante el obispo Mons. Emilio Aranguren Echeverría y católicos de la diócesis.

Saludos al llegar a la Biblioteca Dipocesana para la conferencia

La teóloga se encontraba en Holguín para iniciar el cuarto Curso Bíblico-Teológico de tres años para los laicos que lleva la Institución Teresiana en la Diócesis desde 2010.

El calor y la falta de corriente eléctrica no fue impedimento para que se realizase este evento que forma parte de las actividades organizadas con motivo del Centenario.

A lo largo de su conferencia, la teóloga desarrolló el tema de la santidad en el Antiguo y Nuevo Testamento y ofreció citas de la constitución Lumen gentium del Concilio Vaticano II.

Indicó cómo los comentarios a estos textos señalaban “como novedad que la santidad es la misma para todos, sea cual fuere el estado de vida o lugar en el cuerpo de Cristo”, lo que recupera el sentido de la santidad cristiana en relación al amor y que, por tanto, se realiza en todo estado de vida y situación”.

Carmen Aparicio durante la conferencia

Para la ponente estos aportes superan la idea de santidad desarrollada a partir del siglo IV que marcaba la separación del mundo, y había llevado a identificar la santidad con el llamado “estado de perfección” que vivían solo los miembros de las congregaciones religiosas o los sacerdotes.

Refiriéndose a San Pedro Poveda sacerdote diocesano canonizado por San Juan Pablo II en 2003, analizó sus escritos según las etapas de su vida. Escritos entre 1908 y 1936, que por tanto, indicó, algunos preceden al Código de derecho Canónico de 1917 y todos son anteriores al Concilio Vaticano II.

Entre 1911 y 1917 Poveda enfrenta el reto de perfilar el tipo de seglar que reclama la Obra Teresiana que ha iniciado en 1911. “ No se trata solo de cultivar la vida interior, sino de unir a ésta el compromiso evangelizador, y no como dos cosas superpuestas, añadidas o paralelas, sino integradas. Por este motivo el planteamiento que hará de la santidad estará orientado a esta integración”, explicó la teóloga.

Mons. Aranguren entre la audiencia

De estos años, dijo, “es una síntesis de la espiritualidad que propone para realizar la Obra: eminentemente humana y toda de Dios, según el modelo de Santa Teresa. Esa síntesis hay que buscarla en la Encarnación, donde encontramos la norma segura para llegar a ser santos”.
Como escribió Poveda:

Lo humano perfeccionado y divinizado, porque fue henchido de Dios. La Encarnación bien entendida, la persona de Cristo, su naturaleza y su vida dan para quien lo entiende la norma segura para llegar a ser santo, con la santidad más verdadera, siendo al mismo tiempo, humano, con el humanismo verdad. Siendo así, seremos generosos y nuestra obra será simpática. ¿Modelo? Santa Teresa de Jesús.

Dijo que Poveda “añadirá un matiz muy bonito: la santidad, que aun siendo una para todos, es singular para cada uno, en el sentido de que la santidad no destruye, sino que respeta la peculiaridad de cada persona”.

De Cristo podemos copiar todos, sea cual fuere nuestro temperamento, edad, condición, sexo y carrera, y al imitarlo, no destruimos nuestro modo especial de ser dado por Dios, sino que lo elevamos y santificamos” escribió Poveda.

Poveda, indico la teóloga, será muy radical presentando la forma sustancial de la Institución:

Saludos y comentarios después de la presentación


“Para mí está fuera de toda duda que el espíritu es lo primero en nuestra Obra y no sólo lo primero, sino lo esencial, aquello por lo que la Obra ha de vivir, ha de tener existencia y ha de ser obra de apostolado. Pero con el espíritu pongo yo la ciencia y considero que espíritu y ciencia es la forma sustancial de la Institución, es decir, aquello por lo que es lo que es y no otra cosa diferente, mejor o peor…

Poveda, dijo la ponente, “ha dado a la `vida ordinaria” la dignidad de la “vida de perfección” porque todo cristiano está llamado a la perfección”.

Indicó que Poveda “ha superado los dos extremos que han caracterizado el siglo XX: la santidad como separación del mundo, en la primera mitad del siglo o una santidad en el mundo pero sin Dios, en la segunda.

Piensa que Poveda fue preparando un camino para volver a la llamada más genuina que ha caracterizado a la Iglesia de siempre: la santidad de sus miembros.

HOLGUÍN CATÓLICO