ERMELIO PÉREZ JORGE: SACERDOTE PARA SER CURA DEL PUEBLO

En  el 24 de junio, en la solemnidad de San Juan Bautista, en la S.I. Catedral de Holguín por la imposición de las manos de Mons. Emilio Aranguren y del obispo auxiliar Mons. Marcos Pirán

HOLGÍN, Cuba.- Al ordenar sacerdote a Ermelio Pérez Jorge,  el obispo de Holguín, Mons. Emilo Aranguren Echeverría, le ha pedido ser “cura de pueblo” de los que “salen del presbiterio, pasan por la comunidad y entran en la vida del pueblo”.

Le ha dicho que lo importante  es llevar al pueblo el mensaje del Evangelio, como hizo Jesús, escuchar y tocar lo que viven en el pueblo, para después  llevarlo a la comunidad y colcluir  el día  “ nuevamente en el presbiterio frente al Sagrario. Esa es la ofrenda al final de un día que encontró su fuerza en la oración y en el altar”.

La ordenación ha tenido lugar el 24 de junio, solemnidad de San Juan Bautista, en la S.I. Catedral de San Isidoro, con la presencia del obispo Auxiliar Mons. Marcós Piran, sacerdotes y diáconos, también de diócesis vecinas,   el Rector, profesores y alumnos del seminario en La Habana, y sacerdotes y laicos de Santiago de Cuba que fueron sus profesores cuando curso la Filosofía. También representantes de la vida religiosa y de asociaciones laicales y fieles llegados de todas  la comunidades de la Diócesis.

Procesión del clero frente a la entrada de la catedral por la plaza
El candidato postrado durante la invocacion a los santos. Mons. Aranguren le impone las manos invocando al Espíritu Santo

Ante todos, Mons. Aranguren le pidió al recién ordenado, en su homilía “que tú, como Juan Bautista, experimentes tu vocación sacerdotal para servir a este pueblo en el que tú naciste, creciste y te formaste, para ahora volver a él, y darle la alegría del Evangelio y la Gracia de la Vida en Dios”.

El rito de ordenación, dentro de la celebración de la Eucaristía se inició con la presentación del candidato que se mantuvo en pié, no muy lejos desde donde seguían el rito su madre Elisabeth, su abuela Maritza y su tía Elsi.

Imposición de las manos por el obisppo auxiliar Mons. Marcos Pirán y por el P. Francisco Expósito, Canciller de la Diócesis

Después de la homilía, el candidato hizo sus promesas y se postró en el piso, mientras toda la comunidad se unía en la oración implorando la protección de los santos en una oración litánica.

Arrodillado  ante el obispo, este le impuso las manos y expresó la oración de consagración. Los  demás obispos y algunos sacerdotes también se acercaron a imponer sus manos, orando al Espíritu Santo.

“Celebramos un gran misterio de nuestra fe” había explicado Mons. Aranguren en su homilía. “¡Ermelio por la imposición de mis manos y la oración consecratoria quedará configurado a Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote! Y este misterio de fe se expresa con gestos, signos, cantos, oraciones litánicas,… y todo ello orientado a lo esencial: el Sacramento marcará para siempre la persona de Ermelio”.

Imposicion de las manos: P. Laureano Hernández Saso, Mons. Arnaldo Aldama, P. Emilio Fernández Pintado , su párroco
Mons. Aranguren unge las manos de Ermelio s con con santo óleo de la unción y después las besa

El párroco de la Catedral, P. Francisco Expósito le ayudo a revestirse, asistido por  su primera catequista Maribel Pérez.  Ya revestido se arrodilló ante Mons. Aranguren y extendió sus manos para ser ungidas con el santo óleo. Después  recibió los signos del pan y el vino y, entre aplausos, llegaron los abrazos.

Han pasado casi 9 años desde que Ermelio había dejado atrás la carrera de medicina para optar por el sacerdocio. Concluidos sus estudios, tuvo un año de pastoral antes de recibir la Orden del Diaconado, en el mes de enero, en preparación a su ordenación sacerdotal.

Ermelio recibe los ornamentos sacerdotales

Ya ordenado, el nuevo sacerdote celebró, al día siguiente, su primera Misa en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en el reparto de Vista Alegre,  donde nació, creció, entró en el templo de la mano de su abuela y de su primera catequista. Ha sido esta comunidad   en donde creció y tuvo la experiencia del amor fraterno. Donde recibió ejemplos y quizás también regaños que lo ayudaron a crecer como discípulo de Jesús, había explicado Mons. Aranguren al ordenarle.

Abrazo del obispo y de los sacerdotes

En las redes sociales son muchas las fotografías y los testimonios que se han escrito alegrándose con este nuevo sacerdote. Recogemos uno que resume rasgos  de su vida y el sentir de muchas personas:

El pueblo congregado de las distintas comunidades diocesanas llenó la catedral

Felicidades Ermilito. Gracias por tu entusiasmo, tu alegría, tu entrega, tu compromiso. Gracias por darte por entero. Gracias por cambiar el ser médico de cuerpos por médico de las almas. Gracias porque todo lo revuelves. Porque buscas a cuatro muchachos y formas un coro. Porque brincas y haces brincar. Porque cantas y haces cantar. Porque haces una celebración no sólo sea de escuchar… haces participar. Porque empujas con tu ejemplo … y los demás te siguen. Gracias por tu contagiosa juventud que no cargas, si no , la pegas y la salpicas a los demás sin importar edades. Por tu amor sincero y sin medidas a los demás. Gracias por ser y por existir. Que Dios permita que no cambies, que así te necesitamos.

(A.Cantero con fotografías tomadas de las redes sociales que también han servido para un  video de 3 minutos que puedes ver aquí)

HOLGUÍN CATÓLICO