Hubert Paul Hazard falleció en su barrio del Reparto Urquiola de Holguín el 28 de enero

HOLGUÍN, CUBA.- En la mañana del domingo 28 de enero y en fecha memorable de 171 aniversario del nacimiento de José Martí, falleció, en Holguín  el Hermanito de Jesús  Hubert Paul Hazard  que hizo realidad aquel verso del apóstol cubano: “con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar”.

Detrás del ataúd con sus restos, en la casita de La Colorada del Rpto. Alex Urquiola en donde le velaron, Mons. Emilio Aranguren Echeverría coloco ‘el parche’ con esa misma frase que siempre estuvo en la sala  de la Fraternidad de los hermanitos “ya que dicha expresión encierra el carisma del Silencio de Nazaret”, comentó el obispo en una nota.

En una nota el obispo había anunciado que sus restos serían trasladados al templo parroquial de San José,  a las 6:45 de la mañana del lunes 29 en donde se celebraría la Misa de Exequias a las 7:30 AM y posteriormente sería el entierro y sepultura en el Cementerio de Mayabe.

Melba Cruz Reyes, que ha estado atendiendo a los hermanitos durante años, dijo que se había ido muy tranquilito y en paz, como se lo habían pedido a Dios. Se había levantado como todos los días y había desayunado y se fue apagando. Así, entre su gente, concluyó su entrega de 59 años en Cuba, 42 de ellos en Holguín.

Nacido el 4 de julio de 1933 vivió en Cuba desde 1965.  Dejó Francia y optó por vivir como trabajador, ofreciendo su testimonio y compartiendo la vida cotidiana y las carencias de sus vecinos motivado por la espiritualidad de Charles de Foucauld, (1858-1916) un sacerdote francés que en 1901 abandonó una vida acomodada para vivir en Beni Abbes, Argelia y después entre los Tuaregs en donde murió asesinado. Su ejemplo guió el establecimiento de la fraternidad católica de Los Hermanitos de Jesús a la que Humberto pertenecía.

Junto al hermanito Enrique Ferrier se estableció primero en Güines en el barrio rural “Paraíso”. Después, ambos se trasladaron a Holguín en donde convivían con la gente animando la vida del barrio, compartiendo lo que tenían, ayudándoles a reconstruir sus casas y trasladándose en bicicleta hasta que por la edad tuvieron que dejar de hacerlo. El hermanito Enrique falleció en diciembre de 2017 y Humberto decidió quedarse en su barrio de la Colorada en donde ha muerto.

 

Entrevistado  en 2017  para un documental, realizado por Ernesto Herrera Pelegrino, compartía sobre su vida y las luchas interiores superadas: “Cuando uno ha escogido un camino no lo va a dejar”, decía.  “Al final  uno encuentra una familia mucho más grande. Hubiera podido casarme y tener hijos pero no hubiera podido venir a Cuba y conocer y amar a tanta gente. Estoy muy agradecido a esto”.

Su sueño había sido vivir en un país socialista del Este de Europa, quizás Polonia, en donde la Fraternidad quería enviar algún hermanito para “manifestar  la universalidad del amor de Dios a todos los pueblos a gente de pensamiento diferente”, recordaba.

“Nuestra iniciación en la vida cubana fue con un trabajo duro, al sol, pero nos adaptamos bastante bien. La gente nos enseñaba”.

Recordaba que “ en la vida hay momentos difíciles y de cansancio, pero nunca he dudado de mi vocación. Si tuviera que volver a empezar, haría lo  mismo otra vez”.

Aquí puedes ver Imágenes de la Misa de exequias.

HOLGUÍN CATÓLICO