En el Tercer Domingo de Pascua una invitación a la comunidad a construir la común-unión con Jesús
HOLGUÍN, Cuba.-Mes de María, Día del Trabajo , Mes de las Flores, Primavera… Todo ello en el ‘podcast’ de la Diócesis de Holguín que invita a tener un gesto con María la Madre de Jesús y madre de todos, como preparación al Día de las Madres el próximo domingo.
Los locutores van explicando las distintas dimensiones del trabajo, hablan de la dignidad del trabajador en cualquier ámbito de la sociedad y de la necesidad de recuperar un cultura del trabajo “que lamentablemente hemos ido perdiendo en las últimas décadas”. Subrayan que “esto ha provocado un deterioro significativo en el tejido social, generando múltiples males que afectan el desarrollo personal y familiar”.
El Segundo Domingo de Pascua recuerda el encuentro de Jesús Resucitado con el incrédulo apóstol Tomás y celebra el Domingo de la Misericordia
HOLGUÍN, Cuba.- La Misericordia de Dios es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Lo ha dicho el Papa y este Segundo Domingo de Pascua la Iglesia lo celebra. ¡Es el Domingo de la Misericordia!
Va muy bien con el Evangelio que se lee en todas las celebraciones dominicales al narrar el pasaje en que Jesús Resucitado vuelve a aparecerse a sus discípulos estando Tomás ausente y después con él presente.
Jesús se muestra misericordioso. Accede a las exigencias de Tomás, que no creía que había resucitado, le muestra las heridas de sus manos, le deja meter su mano en la llaga del costado. Y le dice “¡No seas incrédulo sin fiel!
En el Domingo de Pascua una invitación a dejarse sorprender y volver al primer amor
HOLGUÍN, Cuba.- Al celebrar la Pascua de Resurrección el obispo de la Diócesis de Holguín ha invitado a los católicos y creyentes a hacer vida el mensaje del Papa Francisco evocando las palabras de Jesús resucitado a sus discípulos: ¡Vayan a Galilea, que allí me verán”!
La invitación de Mons. Emilio Aranguren Echeverría ha sido transmitida por las ondas radiales de las emisoras provinciales en Holguín y Las Tunas.
“Ir a Galilea significa, ante todo, empezar de nuevo”, ha dicho el Papa Francisco. “Para los discípulos fue regresar al lugar donde el Señor los buscó por primera vez y los llamó a seguirlo. Es el lugar del primer encuentro y el lugar del primer amor”.
Se recupera la actividad presencial de Semana Santa después de dos años de Covid19
HOLGUÍN, Cuba.- En comunidades y parroquias de la Diócesis de Holguín los católicos y muchos creyentes se unen en oración y celebración del Triduo Pascual que conmemora la entrega de Jesús hasta la muerte por amor a la humanidad y su resurrección, como signo de esperanza e invitación a vivir como hermanos y hermanas el mandamiento del amor.
Una invitación a renovar nuestra vocación de servicio para que cada uno, en el lugar en el que Dios nos ha llamado a seguirlo, lo podamos hacer presente
HOLGUÍN, Cuba.- En toda Cuba, en el mundo y en la Diócesis de Holguín se ha iniciado la Semana Santa con aclamaciones y cantos de Hosanna al Hijo de David y con el compromiso de seguir más de cerca a Jesús y experimentar el amor misericordioso de Dios.
Lo ha recordado el ‘podcast’ transmitido el Domingo de Ramos por la emisoras provinciales de de Radio Ángulo en Holguín y Radio Victoria en las Tunas al tiempo que en los muros de FaceBook se multiplican las imágenes de celebraciones en parroquias y comunidades.
Al acercarse la Semana Santa una invitación a pararse delante del Crucifijo y sentirse mirados por Cristo
HOLGUÍN, Cuba.- Al acercarse la Semana Santa el obispo de la Diócesis de Holguín ha hecho una invitación a entrar en el templo más cercano y ha pedido a quienes le han escuchado por la radio o por las redes sociales : “Párate delante del Crucifijo, míralo y siéntete mirado por el Cristo allí representado, y permítele que te pregunte: ¿Quién te condena?”
Mons. Emilio Aranguren Echeverría les dice también a los radioescuchas de las emisoras provinciales de Radio Angulo de Holguín y Radio Victoria de Las Tunas: “Si sientes que eres tú mismo quien te estás condenando, acércate al sacerdote y dile que te escuche, te imponga las manos, y con el signo de la cruz salvadora, te repita: “Dios no te condena (y yo tampoco). Vete y en adelante no vuelvas a pecar”.
