Clausura de la XVI Asamblea General del Sínodo en su primera sesión, el 29 de octubre
VATICANO.- Durante la solemne Misa de clausura de la XVI Asamblea General del Sínodo, en su primera sesión, el Papa Francisco ha recordado en su homilía que lo principal en la renovación de la Iglesia es “adorar a Dios y amar a los hermanos con su mismo amor” y oponerse siempre a las idolatrías.
Les ha pedido a los participantes estar vigilantes “ no vaya a ser que nos pongamos nosotros mismos en el centro, en lugar de poner a Dios”. El Pontífice se ha centrado en dos movimientos del corazón: adorar y servir.
Para el Papa el asombro de la adoración es esencial en la Iglesia. Ha indicado que “adorar” significa “reconocer en la fe que sólo Dios es el Señor y que de la ternura de su amor dependen nuestras vidas, el camino de la Iglesia y los destinos de la historia”.
Quien adora reconoce que es libre y rechaza las esclavitudes , ha dicho . Les ha pedido a los participantes en el Sínodo un servicio “que lava los pies de una humanidad herida “que acompaña el camino de los frágiles, los débiles y los descartados, que sale con ternura al encuentro de los más pobres”.

No ha olvidado a quienes sufren las atrocidades de la guerra, a los emigrantes, a quienes se encuentran solos y en situación de pobreza, se sienten aplastados por el peso de la vida y no tienen ya más lágrimas o voz. Se trata de ser una Iglesia de puertas abiertas, un puerto de misericordia.

Un documento síntesis
Días antes de concluir esta primera sesión los participantes tuvieron un día para leer el Informe Síntesis para votar punto por punto su contenido. Un voto en el que por primera vez las mujeres podrían hacerlo. El documento de 40 páginas fue dado a conocer el sábado 28 de octubre.
Un análisis de las votaciones al documento síntesis del día 28 indica que los puntos con más votos en contra fueron en el capítulo 9, secciones J y N sobre las mujeres y en el capítulo 11 el inciso sobre el diaconado femenino, según las informaciones del Vaticano. Si se pidió mayor participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones en la Iglesia.

Un mensaje a los participantes
El Papa Francisco dirigió también, el 25 de octubre, un mensaje a los participantes en este encuentro en el que se expresó con firmeza sobre la jerarquía, el clericalismo, la infalibilidad del santo Pueblo fiel de Dios y la Iglesia que “es femenina, es esposa, es madre”.
En su mensaje el Papa deploró ”encontrar en algunos despachos parroquiales la “lista de precios” de los servicios sacramentales al modo de supermercado”. O ver en sastrerías eclesiásticas en Roma “ el escándalo de sacerdotes jóvenes probándose sotanas y sombreros o albas y roquetes con encajes”.
Carta al Pueblo de Dios
El mismo día 25 la Asamblea dio a conocer el texto de una Carta al Pueblo de Dios en la que van compartiendo la experiencia vivida en los distintos momentos desde el inicio del encuentro el 30 de septiembre.

En la Carta omparten que en sus trabajos habían dado “un espacio importante al silencio, para favorecer entre nosotros la escucha respetuosa y el deseo de comunión en el Espíritu”.
Expresan que “día tras día, hemos sentido el apremiante llamamiento a la conversión pastoral y misionera” y su deseo de que “los meses que nos separan de la segunda sesión, en octubre de 2024, permitan a cada uno participar concretamente en el dinamismo de la comunión misionera indicada en la palabra “sínodo”.
Para progresar en discernimiento, dice la Carta , la Iglesia necesita absolutamente escuchar a todos, comenzando por los más pobres. Escuchar tambien “ a los laicos, a las mujeres y a los hombres, todos llamados a la santidad en virtud de su vocación bautismal”.

Elogia la labor de los catequistas que “en muchas situaciones son los primeros en anunciar el Evangelio; la sencillez y la vivacidad de los niños, el entusiasmo de los jóvenes, sus preguntas y sus peticiones; los sueños de los ancianos, su sabiduría y su memoria
Señala el ese texto de la Carta la importancia “de la experiencia de los ministros ordenados: los sacerdotes, primeros colaboradores de los obispos, cuyo ministerio sacramental es indispensable en la vida de todo el cuerpo; los diáconos, que a través de su ministerio representan la preocupación de toda la Iglesia por el servicio a los más vulnerables”.

Finaliza la Carta reafirmando que: “no debemos tener miedo de responder a esta llamada” e invocando a la Virgen María, primera en el camino, que “ nos acompaña en nuestro peregrinaje. En las alegrías y en los dolores Ella nos muestra a su Hijo y nos invita a la confianza. ¡Es Él, Jesús, nuestra única esperanza!
Puedes descargar aquí este y los demás textos mencionados.
Mensaje del Papa a los participantes
HOLGUÍN CATÓLICO