
A los 30 años del Amor todo lo espera, completa el ciclo de cartas sobre las virtudes teologales
LA HABANA, Cuba.- Con fecha del 8 de septiembre, festividad de Nuestra Señora de la Caridad, Patrona de Cuba, los obispos cubanos han dado a conocer un mensaje con el título centrado en la virtud teologal de la Fe
Los obispos señalan que sale a la luz al cumplirse 30 años de la Carta Pastoral ‘El amor todo lo Espera’ ( 1993) , y dos décadas después de una segunda carta ‘La esperanza no defrauda’ (2013.) que recomiendan “volver a leer en el contexto actual para redescubrir la vigencia de tantos análisis y propuestas que ellos contienen”.
Con este nuevo texto ‘Crean en la buena noticia’ los obispos cierran el ciclo de las tres virtudes teologales- fe, esperanza y amor- que los cristianos reciben en su bautismo. Los obispos lo explican así:
“Para nosotros los cristianos, el amor y la esperanza no son principalmente disposiciones o sentimientos humanos, sino que provienen de la fe y junto a ella, se reciben como dones de Dios. La esperanza es hija y hermana de la fe. El amor es el fruto más pleno de ambas. Sin fe, la esperanza es débil y el amor es precario. La vivencia y el testimonio de la fe, la esperanza y el amor pueden definirse como la vida e identidad del cristiano”.

LA FE UNE A CRISTO Y NOS DA NUEVA VIDA
Refiriéndose al evangelio de San Marcos, el mensaje de los obispos señala que el evangelista presenta la fe como la respuesta humana ante la persona de Jesús y sus propuestas. Y quienes “se acercan a Jesús y le manifiestan su fe humilde y confiada son transformados, experimentan sanación, se llenan de alegría y dan gloria a Dios”.
En este mensaje, “los obispos católicos de Cuba queremos hacer resonar para este pueblo, también hoy, esa invitación de Jesús a creer en Él, a aceptar su persona y sus enseñanzas. Recibir a Cristo y dejar que Él nos cambie, nos ayuda a sanar el corazón, nos llena de su vida y su amor, y nos permite mirar el mundo con esperanza.”
De esta manera, dicen “nuestras personas, transformadas por Él, renovarán siempre más nuestras familias, nuestras relaciones cotidianas, nuestro modo de ser pueblo”.
LA FE AYUDA A VIVIR
A lo largo del texto los obispos ofrecen razones por las que la ausencia de fe “cierra las puertas al obrar de Dios y obstaculiza su acción revitalizadora y sanadora”.
Señala también razones por las que la fe es una ayuda para vivir:
• La fe es una ayuda a vivir una vida más plena y feliz”.
• Por la fe el discípulo de Cristo aprende a asumir con amor todas esas realidades difíciles y adversas que a diario tenemos que afrontar”.
• La fe nos impide perder las esperanzas de un mañana mejor a pesar de todas las dificultades tan presentes entre nosotros, asociadas a la escasez de bienes materiales y otros males sociales, acrecentados en lo que estamos viviendo.
• La fe en Cristo la que nos va a permitir hoy, a pesar de la emigración de nuestros seres queridos, el aumento de la pobreza, el deterioro social y tanto sufrimiento, vivir confiados en que el futuro será luminoso, porque el futuro del hombre es Cristo y Cristo es la Luz del mundo.
•La fe en Dios nos lleva a vivir en esta tierra como peregrinos, caminantes con esperanza, trabajando por un mundo mejor.
•La fe nos ayuda a descubrir el sentido y el cómo enfrentar aquellas situaciones fuertes, contradictorias y hasta antagónicas que se presentan en la cotidianidad.
• La fe en Dios nos lleva a vivir en esta tierra como peregrinos, caminantes con esperanza, trabajando por un mundo mejor, pero con la mirada puesta en el cielo, en la vida eterna
CRISTO ÚNICO SALVADOR
El mensaje recuerda que Cristo es el único salvador y explica que la salvación no es “lograr una vida mejor en el orden material e incluso conseguir avances en el campo de la medicina para paliar el dolor y encontrar los remedios necesarios a enfermedades que nos afligen”.

Tampoco viene la salvación de ciencia, de la invención y aplicación de nuevas tecnologías aunque Dios no es enemigo del progreso integral del ser humano.
Aclaran que “ninguna aportación científica o técnica puede enseñarnos a amar, librarnos de la soledad, capacitarnos para superar los vicios, hacernos felices o darnos la vida eterna”.
No está la salvación en cualquier experiencia religiosa que se apoye en el temor o en el negocio económico, convirtiendo al ser humano en esclavo del miedo de tabúes o supersticiones, explica el mensaje. El ideal religioso no está “alcanzar una especie de autocontrol, serenidad o equilibrio psicológico; sino la unión con Dios que se manifiesta en el amor concreto y servicial al prójimo.
La verdadera salvación, señala el mensaje “es la liberación del mal, del poder del pecado, que esclaviza física y espiritualmente. Es una transformación integral del hombre, cuerpo y alma. La verdadera salvación es participación en la vida de Cristo”.
Es una salvación que no se vive en solitario sino que lleva ala comunidad: la familia de los hijos de Dios que es la Iglesia: comunidad de creyentes, pueblo de Dios , espacio de fraternidad y acogida en donde se comparte la alegría del Evangelio.
El mensaje termina con una mirada a María “la madre de la fe de muchos cubanos.”
Puedes descargar aquí todo el mensaje:
“Crean en la buena noticia”
Puedes volver a leer :
El amor todo lo espera ( 1993) y
La Esperanza no defrauda (2013)
HOLGUÍN CATÓLICO