LOS OBISPOS CUBANOS SOBRE EL PROYECTO DEL CÓDIGO DE FAMILIA

Mensaje del Comité Permanente de la Conferencia de Obispos católicos


LA HABANA, Cuba.- Recordando  palabras de San Juan Pablo II a la familia cubana en 1998, los obispos cubanos han emitido un mensaje en el que ofrecen una reflexión sobre el Proyecto de Ley:  Código de las Familias que está siendo sometido a consulta popular en toda la Isla.

Con el título: Cuba, cuida a tus familias para que conserves sano tu corazón, el  Mensaje que emite el Comité Permanente de la COCC,  valora positivamente  el que “que todos puedan expresar su pensamiento y que éste sea respetado y atendido, incluso cuando no sea mayoritario”. Y por ello los obispos hacen su contribución “respetuosos de todas las personas y respetuosos de la verdad sobre el hombre y de la verdad sobre Dios”.

El Mensaje expresa su  afecto “a todos aquellos que, por los motivos que sean y que no juzgamos, no han podido llevar adelante el proyecto de Dios para una familia”.

Reconocen que “en nuestros templos siempre han estado y estarán las madres solteras con sus hijos, los abuelos que crían y cuidan al nieto, los que nunca se han casado y han tenido disímiles experiencias afectivas y sexuales, los solteros, los viudos, los divorciados. La Iglesia no rechaza a nadie, acompaña y acoge a todos y les propone la vivencia del Evangelio”.

El Mensaje agradece  el testimonio de amor fiel y fecundo de tantos esposos y va dando las gracias a los distintos miembros de las familias:  mamás y papás; abuelos y abuelas;  hijos y nietos; tíos; hermanos y primos, y también los vecinos “que han confirmado la veracidad del dicho popular: “¿Quién es tu hermano? Tu vecino más cercano”. Los obispos dan gracias a las familias cristianas cubanas, “por reunirse los domingos para orar, comer juntos y compartir las penas y alegrías de la semana”.

Recuerdan los obispos que en la discusión previa a la aprobación de la Constitución actual del 2019,  quedó claro “que  la mayoría de los cubanos quiso que se mantuviera la definición de matrimonio como la unión de un hombre y una mujer, tal y como aparece en el actual Código de Familia de 1975”.

Familia numerosa cubana ( Foto Lipman, Internet)

También señalan los elementos positivos del mensaje. Tales como  “el fortalecimiento de la atención y el cuidado del adulto mayor o de las personas con capacidades diferentes”. Reconocen que  “se les da un marco jurídico ampliado a cuestiones relativas a herencias y bienes, en diversos grados de parentesco consanguíneo. Hay también un loable reclamo a desterrar la violencia en las relaciones entre miembros de la familia”.

Al mismo tiempo hacen notar su preocupación en otros temas por considerar que el Proyecto “está permeado por lo que se conoce como “ideología de género” que, como suele suceder con las ideologías, son construcciones de ideas que quieren implantarse por la fuerza a la realidad y acaban distorsionándola”.

El texto aclara lo que es la ideología de género por la que  el ser humano no tiene que respetar un dato previo de tipo biológico, fisiológico, hormonal y psicológico y se construye a si mismo “y pareciera que no hay ningún límite que no pueda o deba transgredir”.

 Subrayan que “una mirada atenta a la historia demuestra que cuando el hombre rompe las leyes de la naturaleza, el final no es feliz para él”.

La  perspectiva de la ideología de género, apuntan los obispos” está presente en los artículos del Proyecto que redefinen el matrimonio, en aquellos que hablan de la “gestación solidaria”, la “filiación asistida” y la adopción. La misma introducción del nuevo concepto de “responsabilidad parental” y “autonomía progresiva del menor”, dentro de un contexto ideológico, crea suspicacias y ambigüedades que debilitan el otro concepto que es la “patria potestad”.

Por todo ello los obispos encuentran “no pocas contradicciones en frases que afirman adecuadamente que se quiere proteger a los niños, y las afirmaciones de otros artículos dentro de los temas arriba mencionados, donde pareciera que los niños son los que menos cuentan. Sostenemos que no existe un derecho a tener un hijo por cualquier vía, sin embargo, todo hijo tiene derecho a tener un papá y una mamá. Y en caso de que la vida y lamentables circunstancias lo hayan impedido, la legislación debería procurarlo, no al revés. Un hijo es una persona, no una cosa ni un capricho”.

Para los obispos, en el Proyecto “hay una exaltación de los elementos subjetivos, porque categorías como afecto, respeto, felicidad y amor son entendidas de innumerables modos en la cultura contemporánea”.

Niños cubanos ( Arrived Ministries)

Y recuerdan que “en un mundo donde los sentimientos son tan variables, las vivencias afectivas tan mudables y las personas son más frágiles, hacer sustentar algo tan importante como la familia en la subjetividad humana, tampoco favorece el fortalecimiento de la vida familiar”.

Recuerdan que en el matrimonio cristiano, los esposos expresan su amor, afecto y respeto diciéndose recíprocamente que se entregarán y serán fieles “en las alegrías y las penas, en la salud y en la enfermedad todos los días de la vida. Esa es una manera objetiva, no solo subjetiva, de expresar el amor.

Aceptar esta ideología en un código de vida familiar, dice el Mensaje “abriría el espacio para que, en otros ámbitos, como por ejemplo, la escuela, se adoctrine a los hijos, sin el consentimiento de los padres, en ideas y posturas que se contraponen a aquellas que los padres, en conciencia, son las que quieren que asimilen sus hijos, porque son las que ellos sostienen en virtud de su formación humana y las legítimas tradiciones culturales y concepciones religiosas.

Por otra parte  los obispos observan con dolor “que se presenten en los medios y espacios públicos, las opiniones y afirmaciones que no solo brotan de la fe cristiana, sino de otras concepciones, incluso no religiosas, con desprecio, calificativos denigrantes o burlones”.  

Portada del Proyecto del Código de Familia para consulta popular


Sugieren que en el referéndum, se sometan a aprobación popular los artículos o capítulos por separado, lo que permitiría resaltar las grandes coincidencias y probablemente eliminar, matizar y mejorar aquellos que tanta preocupación y perplejidad suscitan en una parte considerable del pueblo”.

Los obispos dan gracias a las familias cristianas cubanas, “por reunirse los domingos para orar, comer juntos y compartir las penas y alegrías de la semana”.

Reconociendo que la Iglesia está formada por pecadores y que lo que purifica y libera es la  apertura a la Verdad, afirman que “esa Verdad es el Señor Jesucristo. Si acogemos su Verdad sobre la familia, entonces, como nos pedía San Juan Pablo II, el corazón de Cuba se conservará sano”.

Puedes leer el mensaje de los obispos e completo en .pdf

PUEDES DESCARGAR EL PROYECTO DE LEY DE 155 pags en .pdf

HOLGUÍN CATÓLICO.