
La Eucaristía en la Catedral de San Isidoro es ocasión para mirar hacia los trabajos del Sínodo de 2023 que se inician en las diócesis el 17 de octubre
HOLGUÍN, Cuba. Hace seis años el Papa Francisco visitó Holguín y quienes vivieron su visita han querido celebrarlo. Lo han hecho con una Misa en la Catedral de San Isidoro y recordando los lugares que el Papa visitó
En su homilía, el obispo hizo notar que muchas personas conocidas que estuvieron presentes en aquella visita fallecieron por el Covid 19 y estaban ahora celebrando desde el cielo. Para quienes entonces no estaban en la Diócesis Mons. Aranguren hizo un resumen invitando a todos a recordar la homilía del Papa y entrar en la escena evangélica de la conversión de Mateo el publicano.
Cada 21 de septiembre desde 2015, la Diócesis ha recordado la visita del Papa. En 2019 se hizo coincidir la fecha del 4º aniversario con la primera parte de la Asamblea Diocesana de Pastoral. La Diócesis recordaba el 40 aniversario de su fundación y todos celebraron una Misa de Acción de Gracias en el Santuario de El Cobre.

La Asamblea Diocesana concluyó el 29 de febrero de 2020, mirando hacia el futuro con la exhortación del profeta Isaías: “¡Caminemos a la luz del Señor!”.
Ahora, Mons. Aranguren de nuevo exhortó a la Diócesis a no quedarse en los recuerdos de la visita papal sino seguir hacia adelante.
“Quiero retomar esta celebración para invitar a toda la Iglesia Diocesana a continuar mirando hacia el futuro”, señaló el obispo, durante la homilía.
Pidió a todos “tomar conciencia de la invitación que nos ha hecho el Papa Francisco” para participar en el próximo Sínodo a celebrarse en Octubre de 2023 .

El Papa Francisco ha convocado la XVI Asamblea General Ordinaria de los Obispos del Mundo para tratar el tema: Por una Iglesia Sinodal: comunión, participación, y misión que se propone escuchar a toda la Iglesia para encontrar métodos que hagan posible, en la práctica, una iglesia sinodal, es decir una Iglesia en la que caminan juntos – laicos, pastores, obispo de Roma. “Es un concepto fácil de expresar, pero no tan fácil de poner en práctica,” según el mismo Papa ha reconocido.
Este Sínodo será distinto en que no se trata de una sola reunión de obispos sino que comenzará con etapas previas de consulta a las iglesias locales a lo largo de dos años.
Pudiera decirse que será un proceso semejante al proceso participativo que se llevó a cabo para el Encuentro Nacional Eclesial Cubano de 1986, que fue precedido de trabajos a nivel de comunidades y de diócesis, aunque en este caso la reunión final será de obispos y en el ENEC fueron sacerdotes, religiosos y laicos representantes de las diócesis con los obispos
Como resultado de este proceso habrá dos documentos de trabajo en 2023: el resultado de las consultas diocesanas, (fase diocesana) y el resultado de las consultas por continentes o regiones ( fase continental).
Mons. Aranguren se refirió a este proceso que se iniciará en la Diócesis el 17 de octubre. Se trata, dijo de “una experiencia eclesial en la que todos estamos llamados a participar”.

Por ello urgió a los pastores de las comunidades a ayudar “para que todos lo hagan, compartan su experiencia de fe, brinden sus sugerencias e, incluso, también sus necesidades o reclamos”.
Volviendo al texto del Evangelio proclamado hizo notar que Mateo se convirtió porque Jesús fue hasta donde él estaba. El obispo hizo la pregunta:
¿Cómo puede llegar el anuncio de la novedad y de la alegría del Evangelio a tantos lugares y personas que lo necesitan si nosotros, como bautizados y discípulos del Señor, no vamos y lo hacemos, no compartimos con ellos donde ellos están y no nos contentamos con decirles: “vengan a donde nosotros estamos”?

Para orientar el proceso que se inicia el día 17 de octubre, ofreció algunas actitudes:
-Dedicar tiempo para compartir. Si Jesús no hubiese dedicado un tiempo para ir a conversar con Mateo en el mostrador, todo hubiera quedado igual.
-Tener valentía en el hablar. Hay que anunciar e invitar con amor por el otro. Dijo Pablo: “¡Ay de mí si no evangelizare!”
-Vivir la urgencia por renovar nuestra mentalidad. Debemos estar dispuestos a cambiar nuestras opiniones y no resistirnos a lo que el Espíritu Santo nos inspira para emprender dejando atrás nuestras seguridades.
-Dejar atrás los prejuicios y los estereotipos: El primer paso para escuchar es liberar nuestra mente y nuestro corazón de los prejuicios y predisposiciones que nos llevan por el camino equivocado, hacia la ignorancia y la división.
-Combatir el virus de la autosuficiencia: Todos estamos en el mismo barco. Juntos formamos el Cuerpo de Cristo. Podemos aprender unos de otros, caminar juntos y estar al servicio de los demás.
-Construir puentes más allá de los muros que tantas veces nos separan: edad, género, habilidades, distintos nivel de vida, modos de pensar, trayectoria de vida, etc.
-Superar las ideologías: Hay que evitar el riesgo de dar más importancia a las ideas que a la realidad de la vida de fe que viven las personas de forma concreta.
-Hacer nacer la esperanza: Estamos llamados a ser faros de esperanza, no profetas de desventuras.
-Soñar el futuro: Estamos invitados a crear una visión plena del futuro en la alegría del Evangelio.
Varios sacerdotes y un número limitado de fieles participaron en la Eucaristía que fue concelebrada, junto a Mons. Aranguren por el obispo auxiliar Marcos Pirán y el canciller P. Francisco Expósito.
Mons. Aranguren finalizó su homilía con las palabras de Jesús antes de ascender al cielo, y narradas precisamente en el evangelio de San Mateo.“Y sepan que Yo estoy con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos” (Mt. 28,20).
HOLGUÍN CATÓLICO