Mons. Aranguren invita a orar por la unidad de los cristianos
SAN GERMÁN, Cuba.- Las campanas del templo de San German, en el municipio holguinero de Urbano Noris, se dejaron escuchar en el parque llamando a los fieles a la celebración dominical. El Obispo había llegado temprano y esperaba sentado en un banco del parque , frente al templo, saludando a quienes se acercaban para la misa de9:00 de la mañana.
El templo está ubicado en área cercana al Central Azucarero, uno de los principales centrales del país, fundado por la “Compañía Azucarera Canarias” hacia 1920, que después adoptó el nombre de San Germán y que junto con el central Violeta, eran para 1958 de propiedad cubana. En 1959 fue nacionalizado y renombrado como Central Urbano Noris.

Mons. Emilio Aranguren Echeverría presidió la Eucaristía del 17 de enero y recordó al sacerdote misionero argentino, P. Ricardo Rojas que durante varios años sirvió de párroco en la comunidad y acababa de regresar a su país.

Antes de ofrecer un comentario a las lecturas que se habían proclamado pidió a los presentes que completaran alguna frase:
¿A mal tiempo…?, preguntó. Y todos corearon: “Buena cara”.
“¿Quien no oye consejo…? volvió a preguntar. Y todos repitieron: “no llega a viejo”.
Esto le dio pie para comentar la lectura que se había proclamado sobre el joven profeta Samuel, que escuchaba en sueños que una voz le llamaba y él pensaba que era su maestro Eli. Esto sucedió tres veces mientras dormía hasta que Eli se dio cuenta de que le llamaba Dios al joven y le dijo. “Si escuchas de nuevo esa voz, responde: “Habla Señor que tu siervo escucha”.

El Obispo explicó que Eli supo escuchar con seriedad y fue para el joven un guía. Y para hacerse entender dio el ejemplo de la planta enredadera que cuando crece, si no tiene una guía, se dobla, no sube y se convierte en matojo. Y eso mismo puede pasar con las personas que no tienen guía, comentó.
“Si el matojo se poda y se guía, puede ser enredadera,” explicó, “tal como dice Jesús en Juan 15, que se poda para que de más frutos y que los frutos duren”.

“Samuel tuvo un guía”, dijo Mons. Aranguren. “Los discípulos de Jesús, tuvieron un guía,” recalcó. E invitó a dar gracias a Dios por “aquellos que nos han guiado: maestros, padres, catequistas, sacerdotes, religiosas.” Animó a los padres y abuelos a ser guías y saber decir a los hijos y nietos, con respeto lo que tienen que decir. “Eso es saber escuchar y cuidar”.

Pero además añadió que siempre se puede cambiar y “si te sientes matojo no tienes que darte por vencido”.
Mons. Aranguren también invitó a orar por la Unidad de los Cristianos, durante la semana especialmente dedicada a rezar por esta intención que tradicionalmente se celebra del 18 al 25 de enero, fiesta de la conversión de San Pablo.

Dentro de esta semana de oración, el Papa ha instituido el Domingo de la Palabra para recordar a los cristianos que no dejen empolvar su Biblia, sino que la lean y por ello Mons. Aranguren pidió a los fieles de San Germán que el siguiente domingo, 24 de enero acudan a la Misa dominical con una Biblia.
HOLGUÍN CATÓLICO