
La pandemia no ha sido obstáculo para las celebraciones en parroquias y comunidades
HOLGUÍN, Cuba.- Bajo un árbol, en un templo o en casa de misión no se ha dejado de celebrar la Navidad en la Diócesis de Holguín a pesar de vivir tiempos de pandemia.
En lo alto del Obispado vuelve a brillar la estrella de Belén y son muchos los que pasan por la calle Martí 136 para contemplar las figuras que representan el nacimiento de Jesús expuesto en la fachada del edificio y explicar a los más pequeños la historia de Navidad, señalando a las figuras colocadas bajo los arcos del portal.
Ya desde la tarde del 24 de diciembre se iniciaron las celebraciones con la Eucaristía conocida como Misa de Gallo, aunque celebrada algo más temprano y con las precauciones que exigen a cada uno el uso del nasobuco.
En la parroquia de San José, en Holguín, hubo tiempo de Adoración durante el día y por la noche una velada navideña que precedió a la Misa, que presidió el P. Marcos Pirán con un templo repleto de fieles . En el día de Navidad, los niños hicieron una representación navideña y el templo permaneció abierto todo el día. El día 26 ha tendido lugar el Festival Navideño Vicarial preparado por as comunidades de la zona. Cada una realizó algo diferente para honrar al recién nacido, mostrando su creatividad y haciendo disfrutar a los presentes.

En la Catedral de San Isidoro, un original arbolito de Navidad ha ido recogiendo durante el Adviento los deseos y oraciones de quienes los han ido escribiendo en papelitos y colgando de sus ramas. También realizaron una representación Navideña antes de la Misa de Gallo que presidió el P. Francisco Expósito.
Celebraciones similares han tenido lugar en la Parroquia de Vista Alegre, presidida por el P. Emilio Fernández Pintado y en Pueblo Nuevo presidida por el P. Orlando Corzo. En las Tunas la Misa de Gallo fue presidida por el P. Ángel Andrés González Guillén y celebraciones similares tuvieron lugar en las comunidades de la Vicaría.
La Parroquia San Joaquín y Santa Ana de Ciudad Jardín, tuvo varias celebraciones en los repartos Harlem, El 71, Certeneja y la sede en Ciudad que atienden las Hermanas de la Caridad de Santa
Ana y el P. Héctor Arrúa SVD que presidió la Eucaristía
En la mañana del día 25, desde las ondas radiales de Radio Angulo en Holguín y Radio Victoria en Las Tunas se escuchó el mensaje navideño del Obispo, este año centrado en en el mensaje de Navidad de los Obispos de Cuba en el que expresan sus deseos de que haya en Cuba Buenas Noticias por Navidad
La comunidad de San Judas Tadeo en La Sirena, en el municipio de Gibara lleva 12 años reuniéndose y celebrando la Eucaristía bajo la sombra de un arbusto de Nin muy crecido. En Navidad volvieron a hacerlo acompañados por el Obispo, Mons. Emilio Aranguren Echeverría quien les invitó a descubrir la luz que “todos llevamos dentro que nos ayuda a vivir las mismas dificultades que todos pero viendo a Dios que es presencia que nos ilumina”.

El rocío de la mañana aún cubría el campo y, a la sombra del árbol y junto a la casa de Alina Machín Roche y Raúl Fernández Pérez, el pequeño grupo escuchó al Obispo que les instó a recordar a los que no estaban presentes, “que les llegue la luz y la paz” exhortó. Recordó que los primeros en reconocer al Niño Jesús fueron los pastores, gente sencilla. Y después una estrella avisó a los que vivían más allá de las fronteras “porque Jesús nacía para todos, y los tres sabios creyeron y se pusieron en camino, y Jesús, José y María les acogieron y nos enseñan a ser acogedores”.
En el mismo municipio, en la Comunidad de Yabazón, Mons. Aranguren presidió la Misa de Navidad en el templo dedicado a San Aniceto recordando especialmente a “los yabazoneros que se encuentran lejos de aquí. Que desde este altar les llegue la paz de Dios”.

Antes de la Misa conversó con los niños presentes y les hizo una dinámica cantando y gesticulando con las manos.

El Obispo explicó que es bueno no perder las tradiciones de familia, los funerales, la fiesta por el nacimiento de un niño. “También hay que celebrar la vida de nuestros campos”, les dijo, invitándoles a escuchar el canto de los pájaros. Pero sobre todo, les invitó a no olvidar que los cristianos “llevamos en el interior una luz que nos permite vivir siempre con esperanza”.
HOLGUÍN CATÓLICO
