FRATERNIDAD Y AMISTAD SOCIAL EN CARTA PAPAL

La tercera Encíclica del Papa Francisco: Fratelli Tutti, contempla la situación mundial, hace valoraciones y propuestas  

ASIS, Italia.-En todo el mundo se comenta ya la nueva Carta Encíclica del Papa Francisco Fratelli Tutti sobre la fraternidad y la amistad social, firmada por el Pontífice sobre la tumba de San Francisco en Asís, el sábado 3 de octubre y dada a conocer hoy domingo 4 de octubre, en la que el Santo Padre contempla la situación actual y  ofrece pautas para construir un mundo más justo.

El Papa dice se ha inspirado en  el santo del “amor fraterno, de la sencillez y de la alegría”, que ha dado nombre a su pontificado. Los temas del encuentro y la amistad social son recurrente en sus discursos y también fueron desarrollados en Cuba durante su encuentro con los jóvenes en La Habana en Septiembre de 2015. El Pontífice aclara que no trata de resumir  toda la doctrina sobre el amor fraterno “sino detenerse en su dimensión universal, en su apertura a todos”.

El Papa expresa su deseo de que “en esta época que nos toca vivir, reconociendo la dignidad de cada persona humana, podamos hacer renacer entre todos un deseo mundial de hermandad”.

Invita a soñar juntos “como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos”.

La nueva encíclica consta 123 folios en 287 puntos, agrupados en ocho capítulos. No es un documento abstracto, sino que, en el estilo del Papa, es un documento práctico y concreto. Los analistas han señalado que utiliza el método: ver, juzgar, actuar  que surgió en el seno de la Juventud Obrera Católica (JOC) de Bélgica con el Cardenal Joseph Cardijin, y está presente en muchos otros documentos de la Iglesia. Por ello la primera parte del documento presenta la situación en la que se encuentra la humanidad hoy y concretamente la situación mundial en tiempos del Covid19, que surgió mientras el Papa preparaba esta carta y que ha mostrado, dice,  que “nadie se salva solo”.

 La  nueva humanidad que desea el Papa, va a exigir nuevos modelos de organización y de economía, valorar el cuidado del planeta, fomentar la colaboración entre países, acabar con las guerras y dedicar el gasto en armamentos a crear un Fondo mundial que acabe con el hambre y ayude al desarrollo de los pueblos.

Representación del Buen Samaritano que socorre aun hombre que ha sido atacado y robado en su camino

Gran parte de la carta la dedica el Papa  a reflexionar sobre la parábola del Evangelio sobre el Buen Samaritano, en lo que sería la parte del ‘juzgar’ y de la que va sacando aplicaciones y propuestas.

“Miremos el modelo del buen samaritano”, dice. ” Es un texto que nos invita a que resurja nuestra vocación de ciudadanos del propio país y del mundo entero, constructores de un nuevo vinculo social”.

Al hablar del amor gratuito y desinteresado indica que “ lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo, el amor es también civil  político, y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor”. Por esa razón, añade, el amor” no solo se expresa en relaciones intimas y cercanas, sino también en “las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas”.

El Papa califica de caridad la acción política al señalar que  “ es caridad acompañar a una persona que sufre, y también es caridad todo lo que se realiza, aun sin tener contacto directo con esa persona, para modificar las condiciones sociales que provocan su sufrimiento”.

Y ofrece ejemplos concretos:  “Si alguien ayuda a un anciano a cruzar un río, y eso es exquisita caridad, el político le construye un puente, y eso también es caridad. Si alguien ayuda a otro con comida, el político le crea una fuente de trabajo, y ejercita un modo altísimo de la caridad que ennoblece su acción política.

Peregrino en Roma muestra la edicion de Lósservatore Romano con la portada de la Encíclica

Afirma “con claridad que la pena de muerte es inadmisible y la Iglesia se compromete con determinación para proponer que sea abolida en todo el mundo”. Señala que «es imposible imaginar que hoy los Estados no puedan disponer de otro medio que no sea la pena capital para defender la vida de otras personas del agresor”.

Los totalitarismos,  las relaciones de los Estados, el uso de Internet, la importancia de los valores transcendentes, de la verdad objetiva y del perdón, así como el papel de las religiones, son otros de los temas desarrollados por el Papa, entre los que va ofreciendo vías de cambio y renovación.

Los capítulos de la carta son:

  1. LAS SOMBRAS DE UN MUNDO CERRADO
  2. UN EXTRAÑO EN EL CAMINO
  3. PENSAR Y GESTAR UN MUNDO ABIERTO
  4. UN CORAZÓN ABIERTO AL MUNDO ENTERO
  5. LA MEJOR POLÍTICA
  6. DIÁLOGO Y AMISTAD SOCIAL
  7. CAMINOS DE REENCUENTRO
  8. LAS RELIGIONES AL SERVICIO DE LA FRATERNIDAD EN EL MUNDO-

Al finalizar, el documento recuerda la figura del beato Carlos de Foucault,  que quiso vivir en medio del desierto como hermano de todos “hermano universal” y concluye con una oración al Creador y una Oración Ecuménica. ( A. Cantero)

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