UNIDOS EN UN MISMO CAMINO HACIA EL COBRE

Inicia la Novena de la Virgen de la Caridad, Madre de los Cubanos

HOLGUÍN, Cuba.- Al iniciarse la novena preparatoria a la fiesta de la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba, que se celebra el 8 de septiembre, el Obispo de Holguín, Mons. Emilio Aranguren Echeverría ha invitado a sus feligreses a “rezar por las Diócesis en las que no hay celebración pública de la Misa Dominical, pero en donde los templos permanecen abiertos para quienes desean rezar ante Aquel que nos dijo “Vengan a mí cuando estén cansados y agobiados y yo los aliviaré y encontrarán el descanso que necesita”.

Mons. Aranguren, quien es también Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos (COCC), ha invitado a leer y a orar con algunos párrafos de la Carta Pastoral de los obispos cubanos en 1993, El amor todo lo espera” que se refieren a la Virgen de la Caridad.

El texto, que se dio a conocer el 8 de septiembre de aquel año, motivado por las dificultades que vivía el pueblo en aquellos momentos de lo que se conoce como ‘periodo especial’, recordaba que María de la Caridad, la Virgen del Cobre es Madre de todos los cubanos y centraba su atención en dos símbolos de la religiosidad del pueblo cubano: el Sagrado Corazón, símbolo del amor y la Virgen de la Caridad “que es lo mismo que decir Virgen del Amor”.

Los obispos señalaban que no era por casualidad que se dirigían al pueblo precisamente en el día de la Festividad de la Madre de Jesús, bajo esta advocación tan especial  “fiesta de la que con tanto afecto filial llamamos: Virgen del Cobre, Madre de los cubanos, Virgen de la Caridad”.

El Santuario de la Virgen de la Caridad en El Cobre durante una celebración

Recordaban que todos los cubanos a lo largo de cuatro siglos, se habían encontrado “siempre juntos, sin distinción de razas, clases u opiniones, en un mismo camino: el camino que lleva a El Cobre”. Y reiteraban entonces que, “la amada Virgencita, siempre la misma, aunque nosotros hayamos dejado de ser los mismos, nos espera para acoger, bendecir y unir a todos los hijos de Cuba bajo su manto de madre”.

Llegamos a los pies de la Virgen, decían en 1993 “sabiendo que nadie sale de su lado igual a cómo llegó. Allí se olvidan los agravios, se derrumban las divisiones artificiales que levantamos con nuestras propias manos, se perdonan las culpas, se estrechan los corazones”.

Una imagen del Sagrado Corazón sobre la fachada de la Biblioteca Nacional, durante la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba en 1998

La estampa de la Virgen de la caridad, presidiendo en la sala  la vida de la familia cubana, recordaba la carta “es un signo de nuestra cultura, una cultura marcada por el corazón hecho para el amor, la amistad, la caridad, que ha generado un cubano proverbialmente conocido en todo el mundo por su carácter amistoso, afable, poco rencoroso o vengativo”.

El texto recuerda que “al amor de Jesús y al amor de María debe la gran familia cubana muchas cosas bellas y buenas”.

La imagen de la Virgen de la Caridad en su camarín en el Cobre

Debajo puedes descargar el texto de los obispos cubanos sobre la Virgen de la Caridad en la Carta Pastoral de 1993.

HOLGUÍN CATÓLICO