Condolencias de los obispos cubanos por la muerte de Alicia Alonso

LA HABANA, CUBA.- Los obispos católicos de Cuba han elogiado la trayectoria y los aportes de la recientemente fallecida Alicia Alonso, prima ballerina cubana y artista universal.

En una carta dirigida al ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, los obispos presentan sus condolencias a la familia y al Ballet Nacional de Cuba y reconocen su “fidelidad al arte, su tenacidad para vencer cualquier limitación física y el respeto que sintió, a lo largo de su carrera, por el público cubano o de cualquier otro país”.

La carta, firmada por el Presidente de la Conferencia de Obispos (COCC), Mons. Emilio Aranguren Echeverría, se ha dado a conocer en el Sitio Web de la COCC.

Los obispos reconocen en Alicia Alonso, a la creadora de la primer compañía cubana de ballet profesional, que “ha enriquecido al público y su cultura y ha contribuido iniciativas meritorias para la promoción humana, como el empleo de la danza con fines terapéuticos y de integración social”.

Alonso falleció en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (Cimeq), el pasado 17 de octubre, a los 97 años. Le sobreviven su esposo, Pedro Simón, y sus dos hijas, Laura y Maitre.

La carta de los obispos, fechada el 18 de octubre, señala que la ejecutoria de Alicia Alonso recuerda que “la belleza, asociada con el bien y la verdad, hacen crecer al ser humano y lo preparan para la experiencia de lo trascendente”.

Alicia Alonso se había retirado como bailarina en 1995.

Nacida en La Habana el 21 de diciembre de 1920, se inició en la danza del ballet a los 9 años en la Sociedad Pro-Arte Musical de la capital cubana.

Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo era su nombre que luego cambiaría al apellido Alonso de su esposo.

Después de unos años en España, inició su camino profesional en Nueva York, en la escuela del American Ballet, con interpretaciones de estreno mundial de obras clásicas de Balanchine. Además trabajó junto relevantes coreógrafos.

En 1948, fundó junto a Alberto y Fernando Alonso una compañía de ballet con estilo propio y se convirtió en la primera intérprete latinoamericana en bailar con el Bolshoi y el Kirov, en los célebres teatros de Moscú y Leningrado.

Durante el gobierno de Fulgencio Batista el gobernante trató de convertir al Ballet en su agente propagandístico. Ante la negativa de los Alonso la Compañía de Ballet perdió la subvención económica estatal. Alicia Alonso denunció entonces el hecho en una carta pública y se negó a bailar en Cuba mientras gobernara Batista.

Así se inició su estrecha relación posterior con el gobierno revolucionario de 1959 y el dirigente Fidel Castro Ruz, quien permitió a Alonso crear el Ballet Nacional de Cuba

Fue reconocida Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO; recibió la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid, y la Orden de las Artes y las Letras en Francia. En 1998, recibió el Premio Nacional de Danza del Consejo Nacional de las Artes Escénicas del Ministerio de Cultura. En el 2010, se declaró en Cuba el Año de Alicia Alonso para celebrar sus 90 años. Recibió condecoraciones en todo el mundo por su trayectoria. Y en Cuba la Orden Nacional José Martí.

La despedida a los restos de esta ‘diva’ del ballet tuvo lugar en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, lugar que engrandeció al ballet cubano. El ataúd, colocado en el centro del vestíbulo frente a la escalinata y cubierto con una urna de cristal permitía ver en su interior. Le rendían tributo miembros de una guardia de honor con estudiantes de la Escuela Nacional de Ballet, miembros del Ballet Nacional de Cuba (BNC) .

Por allí pasaron Raúl Castro Ruz, expresidente del país, Miguel Díaz-Canel, actual presidente de la República de Cuba y miles de personas. Según contaron algunos testigos, varias personas hicieron la señal de la cruz al acercarse a sus restos y algún sacerdote respetuosamente le impartió la bendición.

La televisión cubana transmitió en vivo las honras fúnebres, así como entrevistas a personas que la conocieron. El sepelio fue a las 5 de la tarde en el Cementerio de Colón, después de que sus restos recorrieran las calles habaneras, entre aplausos y gritos de ¡Bravo!, ¡Bravo Alicia!

El comunicado oficial en la Televisión Cubana manifestó que: “Alicia no solo dio vida a personajes emblemáticos como Giselle y Carmen, sino que también defendió una ética del arte danzario otorgándole universalidad a la Escuela Cubana de Ballet”.

La unión Nacional de Escritores y Artistas Cubanos (UNEAC) emitió una nota en la que afirmaba que Alicia Alonso “fue y será uno de los símbolos más íntimos de la cultura nacional”.

La escritora cubana, ganadora del Premio Cervantes, Dulce María Loynaz dijo sobre Alonso: “Ella es de veras una luz que se mueve”.

HOLGUÍN CATÓLICO