‘Visita de calor’ para Mons. Juan de la Caridad García Rodríguez

ROMA, Italia.- Abrazos, encuentros, también canciones, el himno nacional cubano y muchas fotografías sería un buen resumen de lo que aconteció durante “la visita de calor” que vivió el nuevo Cardenal Cubano, poco después de convertirse en cercano colaborador del Santo Padre.

Al terminar, en la Basílica de San Pedro, el rito del Consistorio para la creación de nuevos cardenales, Mons. Juan de la Caridad García Rodríguez caminó hasta el Salón Pablo VI, para encontrarse con familiares, amigos y feligreses de diversas partes de Cuba, principalmente Camagüey y La Habana. También de Nueva York, Miami y Puerto Rico.

Algunos obispos de otros países se acercaron para darle un abrazo. Y no faltaron los miembros de la prensa que querían saber algo más de la Iglesia cubana.

Espontáneamente alguien inició el Himno Nacional Cubano y todos se unieron mientras ondeaba una bandera con la estrella solitaria.

Rodeando al nuevo Cardenal se mantuvieron los peregrinos que le han acompañado y que ahora pudieron saludarle y compartir anécdotas del viaje.

Allí estaba Reina Milagros López, desde hace 20 años asesora de Infancia Misionera en La Arquidiócesis de La Habana. Recordó cómo Mons. García Rodríguez les recibía en Camagüey para los encuentros misioneros. Dice que cuando supo que sería Arzobispo de La Habana se puso muy contenta y le dijo: ¡Bienvenido misionero! Está convencida de que es “un hombre humilde, pastor con olor a oveja, que ama y vive por los pobres”.

Rafael Roca Coronado, también de La Habana, está de acuerdo y piensa que “a la Iglesia y al clero le hace falta humildad y él se la puede dar”. Le desea “muchas cosas buenas y que sepa llevarnos por el buen sendero”.

Durante su estancia en Roma Ailine Ferrera Valdés ha estado “absorbiendo todo para contarlo a la familia”. Dice que “esto que he vivido es una prueba más de que Dios existe y hace maravillas y que ahora Dios ha escogido a Mons. Juan para ser cardenal de toda la Iglesia, y en ello esta su mano”.

Alberto Antonio Estévez Gándara está viviendo su primera visita a Roma como algo fantástico. “Valdría la pena ver más detenidamente estos lugares”, dice.

Al cardenal le desea que pueda hacer un gran trabajo. “Cuba es un país que tiene una situación compleja y espero que pueda contribuir al bienestar de todos los cristianos y todos los cubanos”. Le gustaría que “pueda ayudarnos mucho a todos, porque estamos necesitados no solo materialmente. Que podamos tener un respiro de espiritualidad que bien vale la pena”.

Para los cubanos de Puerto Rico significa mucho el nombramiento de un nuevo cardenal. Así lo cree Mons. Alberto Guijarro Corzo, sacerdote cubano que lleva muchos años en la ‘Isla del encanto’.

“Me animaron a venir, yo estaba indeciso”, comenta.  Él piensa que tener un cardenal cubano “pone a la Iglesia de Cuba en un nivel internacional”. Además” la persona de Mons. Juan que es sumamente sencillo y humilde lo hace significativo y es también un apoyo del Papa a la Iglesia Cubana”.

Desde Nueva York llegó Mary Beyra Luarca con un grupo “para apoyar a la Iglesia de Cuba y a Mons. Juan, porque tenemos que de mostrar nuestra unión en momentos como este”.

Eran cerca de las ocho cuando el Cardenal y el grupo que había permanecido hasta el final caminaron desde el Aula Pablo VI hacia sus lugares de descanso.  ( A.Cantero )

HOLGUÍN CATÓLICO