Eucaristía con el Arzobispo de La Habana en la Basílica de San Pedro en Roma
ROMA, Italia.- Temprano en la mañana, en la Basílica de San Pedro, se escucharon las voces de un grupo de peregrinos cubanos cantando a la Virgen Mambisa. Terminaba la Eucaristía, presidida por Arzobispo de La Habana, y todos los presentes se unieron espontáneamente rezando por Cuba.
Momentos antes, Mons. Juan de la Caridad García Rodríguez había invitado a centrar la vida en la palabra de Dios. El nuevo Cardenal de la Iglesia universal dio gracias por la posibilidad de estar reunidos en la ciudad eterna y expresó su deseo de vivir este momento con profundidad.
El Sitio Web de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba ( COCC) continúa informando sobre los peregrinos que acompañan al Arzobispo de La Habana en los días previos al Consistorio del día 5 para convertirle en Cardenal de la Iglesia universal.
En la capilla del Coro de los Canónigos, que resguarda los restos mortales de San Juan Crisóstomo, patrono de los predicadores, Mons. García Rodríguez dijo que los sacerdotes, obispos, religiosas y laicos que se alimenten de la Sagrada Escritura serán plenamente fieles a lo que les pide el Padre.
“Estamos aquí por el milagro y ahora hemos de aprender, conocer y disfrutar para luego compartir con quienes se quedaron en nuestra casa, en nuestra iglesia”, consideró.
En la misa, concelebrada por tres obispos y 16 sacerdotes, se recordó de forma especial al Fray José Manuel Fernández, Padre Pepe, quien falleciera la víspera en La Habana.
Luego de orar por la patria cubana y presentar varias intenciones, los peregrinos emprendieron un recorrido por las Basílicas de San Juan de Letrán y Santa María la Mayor. La tarde cerró con una visita a la Scala Santa, escalinata que muchos subieron de rodillas, recordando la Pasión de Cristo.
En cada sitio hubo espacio para pedir que se acrecienten los lazos de unidad y fraternidad entre el clero y los laicos de la iglesia, así como entre los distintos movimientos y pastorales.
El grupo de unas 40 personas utilizó el metro de Roma y los autobuses como transporte, y disfrutó de un día fresco y soleado, en el que no faltó la lluvia. Ya anochecía cuando llegaron a los lugares que se han convertido en su hogar durante esta visita.
(Equipo de Comunicación de la COCC)
