P. REYNALDO PEÑA SERVIDOR INCANSABLE

reynaldo0Falleció el domingo 19 de agosto dos meses antes de cumplir  los 97 años

HOLGUÍN.- En una nota a su Diócesis Mons. Emilio Aranguren Echeverría ha comunicado el fallecimiento del presbítero Reynaldo Federico Peña Gómez, ocurrida a las 10.45 pm del domingo 19 de agosto.

A dos meses de cumplir 97 años  el P. Peña falleció en su residencia, rodeado de sus familiares y después de haber recibido el Sacramento de la Reconciliación, la Unción de los Enfermos y el Viático.

La nota del Obispo indica que su cadáver está expuesto en la S.I. Catedral de “San Isidoro”, su segunda casa, comunidad a la que perteneció y sirvió pudiéndole aplicar la expresión del mismo Jesús: “el celo por mi casa me devora”.

La Misa de Exequias se celebrará a las 10.00 am del lunes 20 y, a continuación, el cortejo fúnebre acompañará los restos mortales hasta el Cementerio de la Ciudad, donde recibirá santa sepultura en el panteón familiar.

El P. Reynaldo nació el 18 de octubre de 1921. Contrajo matrimonio con la Sra. Rosa Lage del que nacieron cuatro hijos. Fue ordenado diácono permanente y, posterior a su viudez, aceptó el llamado del obispo Mons. Héctor Luis Peña Gómez para recibir la ordenación presbiteral el 14 de mayo de 2005.

Después de su jubilación laboral brindó su servicio ministerial como Vicario Cooperador en la S.I. Catedral y, a la vez, como Vice-Canciller de la Curia diocesana.

En una entrevista en 2013, la Revista Cocuyo publicaba el perfil de este sacerdote de largo recorrido de fe, quien, por sus distintas vocaciones a lo largo de la vida, es quizás una de las pocas personas que ha recibido los siete sacramentos de la Iglesia.

Ha sido padre de familia, abuelo, diácono y sacerdote. Ejerció como maestro de economistas durante 27 años y después, en la Diócesis en distintos ministerios, como indica el Obispo en su nota.

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Página de Cocuyo en 2013 con el testimonio del P. Reynaldo

De su novia de siete años, después su esposa, decía que la consideraba “mucho más cristiana que yo”. En torno a la mesa con sus hijos les manifestó su desde de ser diácono permanente.

Había entrado en la escuela de economía en 1947 y se graduó en 1951. Hizo el grado de técnico medio y luego continuó como ayudante de cátedra hasta ser nombrado profesor.

Llevaba 10 años de Diácono Permanente cuando falleció su esposa y después de completar estudios fue ordenado sacerdote cuatro años después con el lema “Señor haz que yo haga siempre tu voluntad”.

“A mi edad me han ungido mas de 15 veces” decía en 2013, reconociendo que había recibido los siete sacramentos. Y explicaba que “uno no es por eso ni más grande, ni más bonito, no más gordo, no más alto ni más bajo, sino que estás sirviendo, y el servicio quiere decir pensar, razonar, dar respuestas. Yo con eso solo me siento mucho más comprometido, debo ser más abierto a mi prójimo. Cuando te ordenan tú desapareces”.

Cuando le hicieron la propuesta de ser sacerdote él recordaba haber dicho “Si puedo servir mejor a la Iglesia como sacerdote, sí, porque como diácono estoy sirviendo perfectamente bien. Eso lo comprendí y lo sigo comprendiendo hasta el último día que el Señor me tenga aquí”.

Su libro favorito fue siempre la Biblia. Decía que su mejor cualidad era la memoria y a él se acudía siempre que se buscaban datos de la historia. Reconocía con humildad su fuerte carácter. Al Señor le pedía aprender la paciencia y afirmaba “Yo no me canso de estar soñando. Leo mucho, pero me voy a morir y no podré leerme todos los libros que hubiera querido leer”.

El P. Reynaldo Peña ha tenido una larga vida de servicio. ¡Descanse en paz!

HOLGUÍN CATÓLICO

2 comentarios sobre “P. REYNALDO PEÑA SERVIDOR INCANSABLE”

  1. Lo conoci desde que yo era un adolecente, fui compañero de aula de su hijo Reynaldito,en 1080 el era profesor de la escuela de economia,muy serio, educado y respetuoso,vivia en la calle libertad. Que en paz descanse.

  2. muy unida a toda la diocesis con mi oración y gratitud por el testimonio del P. REINALDO doy a gracias a Dios por el regalo de haberlo conocido y compartido con él.

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