Tuneros y holguineros en el exilio peregrinan a la Ermita
de la Virgen de la Caridad en Miami
MIAMI, El.- Católicos holguineros y tuneros en el exilio se dieron cita a los pies de la Patrona de Cuba en la Ermita de la Caridad de Miami, Santuario Nacional, para renovar sus raíces y los vínculos que les unen con la Diócesis de Holguín, a la que muchos pertenecieron.
Acudieron a la Ermita en peregrinación, y recibieron el mensaje del Obispo, Mons. Emilio Aranguren Echeverría que les recordó el sentido de peregrinar.
“El peregrino hace memoria, ya que tiene conciencia que de que hay algo interior en él o ella que está marcado por ese lugar”, decía el mensaje que leyó Sixto Monteagudo al iniciarse la celebración.
“El peregrino no experimenta nostalgia, sino que realiza un ejercicio espiritual que genera paz y gratitud” señalaba el Obispo, recordando también que en muchas personas, “peregrinar a un lugar determinado ha provocado en ellas una conversión, un cambio positivo que permite abrir -nuevamente- las puertas del corazón a la esperanza”.
La Ermita estaba repleta de fieles que habían acudido a la Misa dominical del Tercer Domingo de Pascua. Después de escuchar el mensaje del Obispo recibieron un saludo de bienvenida del Presidente del Municipio de Holguín en el exilio, Manuel Pelayo, quien recordó la historia de la Virgen de la Caridad, cuya imagen fue encontrada en la Bahía de Nipe, en territorio diocesano.

Junto a él, en el podio, la holguinera Yuneisi Peña recordó cómo había llegado a la Ermita, en 1961, desde la habanera parroquia de Guanabo, la pequeña imagen de la Virgen que presidía la celebración y que “ha sido para nosotros signo de unidad, porque la caridad nos une”.

Los allí presentes participaron en una Eucaristía celebrativa, presidida por el sacerdote, también holguinero, P. Carlos Céspedes Serrano, hoy sacerdote en la Ermita y junto a él, el padre Mario Alberto Guijarro que reside en Puerto Rico.
En su homilía, el P. Céspedes, además de comentar los textos proclamados, compartió sobre su juventud en la Parroquia de San German, sus años de seminario—compañero de Mons. Aranguren, y sus treinta años de ministerio sacerdotal recorriendo pueblos y comunidades de lo que entonces formaba parte de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.

También recordó al obispo emérito Mons. Hector Luis Peña en los inicios de la nueva Diócesis de Holguín, en 1979, con solo 11 sacerdotes.
Antes del ofertorio se acercaron al altar con una ofrenda de flores los niños Alexa María Rojas y Alex González; con agua, arena y conchas de la Bahía de Nipe Lilisbeth Álvarez y Carlos Mario Perdomo.

Con el pan y el vino se acercaron Irma Heredia y Sixto Monteagudo en gratitud por sus 50 años de matrimonio. Allí mismo ante el P. Céspedes y todos los fieles renovaron su compromiso y recibieron un gran aplauso.
Esta peregrinación continua una tradición iniciada por el entonces Rector de la Ermita, Mons. Agustín Román, que antes se hacía por municipios y que al cambiar la organización geográfica de Cuba se está haciendo por diócesis.
Un cartel en colores colocado a un lado del altar mostraba un mapa de la diócesis y sus cuatro vicarías así como una foto de la Loma de la Cruz. La Diócesis ocupa un territorio de 14 mil Km2, en la totalidad de la Provincia de Holguín y 8 de los diez municipios de la Provincia de Las tunas. Tiene con una población de un millón seiscientos mil habitantes, siendo la diócesis de mayor extensión territorial y la segunda en población de las 11 diócesis cubanas.

Al jubilarse Mons. Peña en 2005 fue nombrado obispo de la Diócesis Mons. Aranguren. En su mensaje a los peregrinos a la Ermita, hizo alusión al paso de los años “ no solo envejecemos, sino que las generaciones hacen que lo que ayer dejamos atrás, hoy sea distinto”.

Indicó que “no podemos quedarnos anclados, porque el barco anclado no avanza y Jesús, como en el evangelio, nos invita a “remar mar adentro”.

Para el Obispo, “tomar conciencia de que las realidades cambian, conlleva disposición y ejercicio”. Y dio como bueno pedir “a la Buena Madre”, que al igual que Ella lo vivió con su prima Isabel “las generaciones nos encontremos y, además de saludarnos, también conversemos y -unidos todos- alabemos al Único Dios y Padre de todos”.
Después de la Eucaristía el encuentro continuó en el Salón Félix Varela en donde se proyectó un breve video sobre la Diócesis de Holguín. Todos recibieron una hoja informativa sobre la Diócesis hoy, y apuntaron su correo en tarjeticas que se recogieron para iniciar una red de holguineros y tuneros en el exilio.

El rector de la Ermita P. Fernando Hería saludó a los presentes y tuvo elogios para la labor que se realiza en la Diócesis, especialmente a través de la Casa de la Divina Misericordia que apoya a los mayores.
“Estoy feliz con esta reunión,” comentó Alicia Codina, que vivió en la zona de Buena Ventura y regresó de visita después de 52 años. “Me trataron con mucho cariño, les llevo a todos en el corazón porque a Cuba jamás la podré olvidar”.

Para Josefina Arnáiz “ha sido muy bueno reunirnos”. Ella vivió entre Zorrilla y Guitera en Holguín y recuerda con cariño al P. Franklin Vega que vivía en frente.
Teresita Vilasuso vivió junto a la Catedral de San Isidoro en la calle Libertad y tiene una hermana que vive por la Loma de la Cruz, a quien visita. “A los holguineros les quiero mucho” dice, recordando al P. Fancisco Expósito (Paquinín) que fue, con ella, profesor de Inglés y hoy es el Canciller y Rector de la Catedral.
Nos ha dado mucho gusto compartir y conocer las cosas que están pasando allá,” dijo Manolo Pelayo. Y añadió: “Sepan que están bien representados aquí y que les tenemos presentes siempre.
HOLGUIN CATÓLICO
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