Pronto será sacerdote para la Diócesis de Holguín
LAS TUNAS, Cuba.- Después de 9 años de formación, el seminarista Antonio Marrero Díaz fue ordenado diácono transitorio, rodeado de sus formadores, compañeros del seminario, familiares, amigos y fieles que acudieron a la Parroquial Mayor de San Gerónimo de Las Tunas, el pasado sábado 3 de marzo.
Monseñor Emilio Aranguren Echeverría, obispo de la Diócesis de Holguín, le impuso las manos durante el rito que es el paso previo al sacerdocio.
En sus palabras, dirigidas al seminarista, se refirió a las distintas definiciones aplicadas a la juventud de su edad: la “generación Y” (ye), o la generación de “la década prodigiosa”, incluso la que, según los sociólogos, ha sufrido “la herida antropológica” del contexto socio-político en el que transcurrió su niñez y primera juventud.
“Te invito, Antonio, a que no pierdas tiempo en hurgar si es verdad o no”, le dijo. “No pierdas tiempo en seguir “viendo y juzgando”, sino fíjate en tu actuar. Por tanto, cuida en ti tres actitudes esenciales para que correspondas a lo que Dios, la Iglesia y el pueblo que te he encomendado espera de ti”.

Le invitó a ser: “hombre que vives en la verdad, lejos de la simulación, las medias verdades o de las mentiras piadosas. Eso no puede aceptarse a un sacerdote. La verdad forma parte de la coherencia de vida”.
Le pidió ser hombre ordenado, capaz de “darle peso a lo esencial en la vida y de discernir lo que verdaderamente es absoluto de lo que es relativo en el desempeño de tu ministerio, lo importante es tu corazón pastoral”.

Y recordando las enseñanzas del Siervo de Dios, el Padre Félix Varela, le pidió ser hombre cubano, es decir, “que pienses por cabeza propia”. Y añadió: “El Señor Jesús -Sumo y Eterno Sacerdote- te llama “amigo” porque Él te ha dado a conocer el amor del Padre y, por tanto, no tienes que hablar mucho de lo que has aprendido, sino dar testimonio de lo que experimentas y vives. Hoy en día estás llamado a ser más “testigo” que “maestro”.
La Parroquial Mayor, recientemente renovada, estaba repleta de fieles. Mons. Aranguren agradeció la presencia del P. Mariano Herrera, Rector del Seminario “San Carlos y San Ambrosio” de La Habana, el P. Víctor Hernández, Vice-Rector del Seminario “San Basilio Magno” de Santiago de Cuba y de sacerdotes venidos de otras diócesis, especialmente los compañeros de su grupo en el Seminario.

Antonio Marrero nació el 5 de octubre de 1988 en la Torcaza, en el Municipio Calixto García de la Provincia de Holguín. En palabras del Obispo, “creció andando por trillos y guardarrayas, estudió en el Pedagógico y se incorporó a la comunidad de San Andrés”. Fue su tía Marta quien le llevó a la Iglesia, como recordó en una entrevista reciente “Yo iba a las celebraciones de San Andrés, bastante lejos y así empecé a sentir un cosquilleo interior y a preguntarme qué Dios quería de mi”.
No olvidará llegar un sábado al templo y ver al P. Jorge Inocente, empapado de sudor, que había llegado a pie desde Cañada de Melones, a más de 10 km, para celebrar la Misa. “Eso me hizo pensar”.
Reconoce que los años del seminario han sido muy importantes por los estudios y la vida con los compañeros y formadores. Recuerda momentos muy hermosos de compartir y momentos difíciles pero dice que “todo eso lo va juntando uno y es motivo de acción de gracias”.

De sus años de estudio dice que “la filosofía no me gustaba y me costó pero lo agradezco porque ayuda a formar una estructura de pensamiento”. La teología si le gustaba y sentía “mucha alegría y deseo de estudiar y también los estudios bíblicos es son el fundamento de la teología”.
El pasado mes agosto el Obispo le pidió ir a manatí para completar su experiencia pastoral antes de la ordenación.
“Ha sido muy lindo recorrer las comunidades”, dice. “He aprendido mucho al vivir con el pueblo y andar en el transporte público. Es un lugar pequeño y la gente te conoce y te pregunta y uno conversa y eso va enriqueciendo la vida pastoral”. Aunque ha vivido solo dice que “no me aburrido ni he sentido soledad en todo este tiempo”.
Cuando piensa en su futuro sacerdocio quiere ser cura del pueblo. También del templo y del altar “pero de ahí bajar al pueblo y vivirlo todo integrado. Ser un cura según el corazón de Jesús”.
Durante la celebración, Mons. Aranguren le recordó que por la imposición de las manos quedaría marcado para siempre, para ser servidor de su pueblo. “Pídele a Dios que configure en ti la imagen de Jesús, Buen Pastor”, le dijo.
“Antonio, acércate a las gentes, sonríe a los niños, escucha a los jóvenes antes de hablarles, expresa tu amistad a todos por medio del saludo, del apretón de manos o del abrazo…. Tú eres el pastor y, por tanto, tu servicio te lleva a repartir el pan, a consolar a tantas gentes que te salen al camino. Continúa siendo un hombre de paz”. A. CANTERO
Puedes descargar aquí las notas de la homilia
HOLGUÍN CATOLICO
ENHORABUENA querido Antonio. Préparate para el gran día de tu Ordenacón Sacerdotal que se acerca. Vas a ser un buen amigo-pastor de tanta gente buenísima que vive en la Diócesis de Holguín-Las tunas.
Disfruta con tu familia, tu gente, tus amigos, compañeros sacerdotes, con tu Obispo… con la belleza de ese ríncón junto al mar que son Manatí y Puerto. Un abrazo desde el País Vasco de amigo y compañero de Pastoral, Bittor
FELICIDADES AL RECIENESTRENADO DIACONO.CUANDO ERA MUY JOVES HACE 70 ANOS FUI MONAGUILLO EN MANATI PUES MI PADRE TRABAJABA EN LA OFICINA DEL INGENIO Y ASISTIAMOS A MISA EN ESA PARROQUIA.LO PONDRE EN MIS ORACIONES PARA QUE SEA UN SANTO SACERDOTE…DIOS TE BENDIGA ABUNDANTEMENTE..SANTIAGO MADRIGAL