Atenderán Antilla, Báguanos y Tacajó
ANTILLA, Cuba.- Al ser acogidos en su nueva comunidad de Antilla los frailes Agustinos Recoletos que iniciaban su misión en Cuba recibieron en su frente el signo de la Cruz de manos de dos laicas ancianas, Esperanza Roig y Clara Rodríguez, dos cubanas que han sido expresión de fe en Dios y testimonio de presencia eclesial a los largo de los años. El gesto quería expresar la acogida de toda la comunidad parroquial.
Este gesto tuvo lugar el 24 de febrero, cuando los frailes agustinos cumplían una semana de `presencia en Cuba. Los cuatro frailes Jairo Gordillo (colombiano), Joel Naranja ( filipino) Ismael Xuruc Santizo (guatemalteco) y Noé Servín Franco (mexicano) conforman la primera comunidad de agustinos recoletos en Cuba. Es una comunidad internacional e interprovincial, ya que provienen de diferentes nacionalidades y provincias de la Orden.
En agosto de 2017, el Prior General de la Orden de Agustinos Recoletos, había pedido voluntarios para emprender la primera misión de agustinos recoletos en la Isla como había decidido la Orden en el Capítulo General celebrado en 2016. El Prior tuvo 24 respuestas y eligió estos cuatro que arribaron a Holguín el 17 de febrero.. Los Agustinos Recoletos llevan a cabo su misión en 20 países. En la Diócesis de Holguín atenderán las parroquias de Banes y Antilla, y las comunidades de Báguanos y Tacajo.

Su misión depende directamente del General que se reunió con ellos las semanas previas, en Panamá, y les pidió que prioricen la oración y la vida comunitaria –propias de la recolección agustiniana– y actuar en consonancia con el programa pastoral de la Diócesis de Holguín.
Durante la Eucaristía de acogida en Antilla, Mons. Aranguren comprometió a toda la comunidad a “ayudar a los frailes -como lo experimentó Agustín- a descubrir la presencia del grano invisible opacado por la hojarasca que lo envuelve” Y explicó que se trataba de que cuando compartan con ellos, no les despajen la mazorca de maíz antes de tiempo.”

El obispo invitó a todos a “reconocer que somos buenos, que nuestro pueblo está formado por hombres y mujeres buenos, que en el corazón del cubano está insertada la Bondad de Dios… sin embargo, muchas veces predomina la mirada de aquellos que sólo se fijan en la paja seca y en la pelusa que se desprende de la punta de la mazorca. Falta la mirada de la fe, nos falta entrenamiento para hacer una lectura creyente de la historia”.
Ante toda la comunidad agradeció el servicio de los PP. Pablo Emilio Presilla Romero y Dayron Hernández Martin que han sido los pastores de la zona. A los fieles de Antilla les recordó que hace poco más de 40 años no eran municipio, ni parroquia. “Hoy, gracias a Dios, las tres parroquias cuentan con un templo y con un núcleo comunitario fiel y entregado, lo cual permite que sea referente en la vida del pueblo, tal como -especialmente aquí, en Antilla- lo evidenciaron de manera testificante después del paso de los huracanes Ike y Sandy, en tan solo cuatro años entre el uno y el otro”, dijo el Obispo.

La celebración tenía lugar el día que en Cuba se conmemoraba el 123º aniversario del Grito de Baire o, también, para algunos autores “Grito de Oriente”, al conjugar en una misma acción a muchos poblados de la Isla y, especialmente, de esta zona oriental. En palabras del Obispo, con esta acción se inició la también llamada Guerra Necesaria, que concluyó tres años más tarde, dejando atrás -muy tardíamente- la etapa colonial española para iniciar el período de la ocupación norteamericana, hasta el 1902.
“Hoy, en Antilla, no estamos dando un grito”, señaló Mons. Aranguren. Pero sí compartimos una fraterna celebración que marca la historia creyente de nuestro pueblo y de la Iglesia que cumple en él la misión de darle “la vida en Dios”.
HOLGUIN CATÓLICO
Bienvenidos a esas queridas Comunidades Antilla, Báguano y Tacajó que recuerdo con todo cariño. Espero los reciban con tanto cariño como siempre me han recibido a mí. Animo a tod@s. P. Víctor.