La visita del Obispo marca la identidad de esta comunidad católica costera
EL RAMÓN, Antilla.- Aunque ya ha transcurrido más de un mes desde que el Obispo de Holguín visitara la casa misión del poblado de la Península de El Ramón, en Antilla, la comunidad cristiana no olvidará fácilmente la visita y todo lo compartido con Mons. Emilio Aranguren Echeverría.
“Querido padre Obispo”, le dijo entonces Wilson en nombre de todos. “Nos sentimos honrados con su visita a nuestra comunidad”.
Las personas mayores le explicaron al Obispo dónde eran los bautizos y los encuentros con los sacerdotes argentinos P. Dante, P. Giancarlo y otros que habían atendido al grupo, así como con el P. Pablo Emilio, el P.Jorge y, ahora, el P.Dayron. Le detallaron cómo en aquellos alrededores había platanales, cocales, piñales, papayales, limoneros y naranjales, incluso, sembraban frijoles, ajo y cebolla. Ahora tienen cría de cerdos y gallinas, y algún ganado.
En esta visita le acompañaban el P. Dayron Hernández Martin, párroco de Antilla, y dos religiosas Discípulas de Jesús Buen Pastor (Ana y Hermelinda) residentes en Banes.

El Ramón es un poblado ubicado en el litoral norte de la provincia de Holguín. Está ubicado, mirando un mapa de la Isla, en la zona específica del “ojo del caimán” que semeja la isla de Cuba. Tiene una población aproximada de 800 habitantes. De ellos 88 cursan la primaria y secundaria en el mismo pueblo, además de contar con los servicios básicos: electricidad, agua, médico y enfermera de la familia, etc.
Ha sido un territorio muy afectado por el paso de los últimos huracanes. Actualmente, al estar construyéndose los viales para llevar adelante el proyecto de un polo turístico, hay mayor posibilidad de trasladarse hacia Antilla (20 kms) y, por eso, ha disminuido el uso de “la lanchita”.
Radio Rebelde informaba recientemente que muy pronto se hablará más de la península de El Ramón, “donde se prevén edificar, en una primera etapa, unas tres mil habitaciones hoteleras” que después pudieran triplicarse.
La visita del Obispo a la comunidad fue una celebración en tres partes: Mons. Aranguren tuvo una breve catequesis explicando el por qué de su visita, como sucesor de los apóstoles. Servía para “marcar” a la comunidad con la identidad de la Iglesia Católica. Como estaban en tiempo de Navidad tuvieron las lecturas bíblicas, oraciones y cantos propios de la festividad y, finalmente, ofrecieron un almuerzo criollo tradicional durante el que tuvo lugar un conversatorio de los fieles con el Obispo.

Él recordó como la Virgen María dio a luz a Jesús en un portal, donde había animales; un portal acogedor, de puertas abiertas y con claridad, en el que José y María acogieron a los pastores -hombres sencillos y, días más tarde, a los sabios venidos de otro país y de otra cultura. Destacó que José y María hicieron lo mismo con los sencillos que con los más sabios.
Mons. Aranguren animaba a los fieles reunidos (personas mayores, adultos, jóvenes y niños) a que imitaran a la Sagrada Familia, viviendo el calor del amor entre todos con sencillez, y que la comunidad siempre fuera “portal”, de puertas abiertas para acoger a quienes se acercan y para presentarles a Jesús, el Hijo de Dios, que es el Salvador del Mundo.

Les explicó que Adán y Eva, cuando desobedecieron a Dios, se escondieron en una cueva, por eso, estaban a oscuras y tenían miedo. Pero, José y María fueron obedientes a Dios y le dijeron “sí” a lo que Él les pidió.
Les comentó que cuando las personas hacen lo que Dios no quiere que hagan, poco a poco, se van encuevando y buscando justificaciones, echándole la culpa a los demás, y se dejan llevar por rumores y tienen miedo. Por eso, no tienen confianza ni esperanza. Están a oscuras.
Por el contrario, cuando “hacemos la voluntad de Dios, es decir, somos obedientes a los Mandamientos y a las enseñanzas de Jesús, entonces sentimos paz en el corazón, disposición a hacer el bien a los demás, y vivir con claridad, sin escondernos, porque al ser hijos de Dios, todos somos libres”.

El almuerzo fue de puerco asado, congrí, pepino, mariquitas, pan de maíz, coco rallado, merenguitos, queso y dulce de naranja en almíbar.
Esta comunidad recibe la visita del sacerdote una vez al mes y la comunidad se reúne todos los viernes y los domingos para la catequesis, el rezo del Rosario y la celebración con la Palabra de Dios. Varios miembros de la comunidad se preparan para recibir los Sacramentos de la Iniciación Cristiana.
HOLGUÍN CATÓLICO
Me siento muy orgulloso de haber pertenecido a esta comunidad y le doy gracias a Dios por la visita de nuestro querido obispo al Ramon fue un momento especial y maravilloso tambien agradecer a Dios por el padre Dairon nuestro padrecito en ese momento mucho cariño de nuestra comunidad gracias y gracias .Amen