AGRACECEN 25 AÑOS DE EPISCOPADO

Católicos de Holguín y Las Tunas junto a Mons. Aranguren durante tres días de celebración en la Diócesis

EmilioHOLGUÍN, Cuba.- De todas las comunidades de la Diócesis, unas 1800 personas acudieron a festejar los 25 años de episcopado de Mons. Emilio Aranguren Echeverría, y Obispo de Holguín durante 11 años.

Acudió también el Nuncio Apostólico Arz. Giorgio Lingua y siete obispos cubanos, quienes concelebraron una Eucaristía pontifical el día 25 de junio, al cerrarse tres días de celebraciones y de gratitud por el pastoreo de Mons. Emilio en Cuba desde 1991 y en la zona desde 2005.

“Me siento contento y todavía hay mucha alegría en las comunidades” señaló el padre Pablo Emilio Presilla, Vicario de Pastoral que coordinó los eventos con un equipo. “Nunca en 11 años de episcopado de Mons. Emilio en esta Diócesis habíamos reunido a 1800 fieles en una celebración sin precedentes y en la que la gratitud a Dios es el ingrediente fundamental”.

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El Nuncio, Arz. Giorgio Lingua lee un mensaje del Papa Francisco

Ordenado Obispo auxiliar de la entonces Diócesis de Cienfuegos Santa Clara, el 23 de junio de 1991, Mons. Aranguren tenía 40 años y es hoy el Obispo cubano más antiguo después del Cardenal Jaime Ortega.

A partir de aquella fecha y durante 14 años, Mons. Emilio, a quien todos conocen como Emilito, fue Secretario de la Conferencia de Obispos Cubanos, cargo que dejó al ser nombrado Obispo de Holguín en 2005, al tiempo que durante dos años permanecía como Administrador de la Diócesis de Cienfuegos de la que era Obispo titular desde 1995.

La celebración de sus bodas de plata episcopales se inició con una Hora Santa de oración en todas las comunidades de la Diócesis más extensa de toda Cuba, unas 150 a lo largo de las provincias de Holguín y Las Tunas.

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Mons. Emilio durante la Eucaristía

“ Se unió toda la diócesis en un mismo sentir pidiendo: bendice Señor a nuestro Obispo y danos santas y abundantes vocaciones, como plegaria fundamental”, indicó el padre Presilla.

El mismo día 23 el Obispo celebró misa con los empleados del Obispado y de los Centros Diocesanos, se expuso el Santísimo para la oración y después almorzaron todos en la casa de la Divina Misericordia de Holguín. Se proyecto un video sobre Mons. Aranguren, su herencia familiar, su vocación y trayectoria pastoral.

Acompañaron a Mons. Aranguren en su aniversario su hermana mayor, Libe, que viajo de Miami y su hermano Daniel y esposa Gloria, de La Habana que su unieron a los invitados y amigos que fueron llegando de las Diócesis Santa Clara y de Cienfuegos en donde el Obispo había servido como sacerdote y joven obispo.

El día 24 llegaron también los obispos Juan de Dios Hernández Ruíz s.j. auxiliar de la Habana y Mons. Mario Mestril, obispo de Ciego de Ávila.

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Católicos de todas las comunidades llevaron obsequios, canciones y regalos
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El coro infantil de Santa Ana canta para el Obspo

“Todos los agentes de pastoral, estuvieron presentes en la convocatoria en la Casa Sacerdotal para una cena en donde hubo fraternidad, alegría y felicitaciones”, indicó el P. Presilla. Desde allí caminaron a la Catedral en donde a las 9: 00 PM comenzó el anunciado Concierto de Música Cubana.

Según el P. Presilla fue “ música cubana en todos los sentidos: fineza musical, altura en las interpretaciones y repertorio bien elegido entre lo profano y lo religioso”. La celebración musical terminó sobre las 10 de la noche. Para esa hora se había unido también el Obispo de Cienfuegos, Monseñor Domingo Oropesa.

La Eucaristía del día 25 fue presidida por Monseñor Emilio.  El Nuncio Arz. Giorgio Lingua  leyó un mensaje del Papa Francisco en el que, después de recordar la trayectoria de Mons. Aranguren elogiaba su amor y fidelidad al pueblo de Dios y a la Iglesia de Holguín.

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Mons.Emilio junto a Mons. Fernando Prego, en 1991

En la Eucaristía estuvieron, además de los obispos mencionados, el Arzobispo de La Habana Mons. Juan García, el obispo de Bayamo-Manzanillo, Mons. Alvaro Beyra y el de Guantánamo- Baracoa, Mons. Willy Pino. El Arzobispo de Santiago de Cuba Mons. Dionisio García Ibañez no pudo estar, por haber fallecido el sacerdote santiaguero P. Jorge Alejandro Rodríguez Rey. El obispo emérito de Holguín Mons. Hector Luis Peña, también presente, celebraría al día siguiente 61 años de ordenación sacerdotal.

Predicó la homilía del día 25 Mons. Juan de Dios Hernandez Ruíz, quien se refirió a las lecturas elegidas por Mons. Emilio para la celebración y reconoció que “al entregarnos estas lecturas nos está develando las fuerzas internas más profundas de su corazón y nos está descubriendo por donde ha caminado Dios con él en su historia salvífica”.

El predicador se refirió al lema episcopal de Mons. Emilio: ¡Ánimo! y le dio las gracias “por permitirnos ver desde el paisaje de tu vida la Gloria de Dios en ti. Gracias por permitirnos ayudarte a decir en esta mañana lo mismo del salmista: “no a nosotros Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la Gloria”.

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El día de su ordenación episcopal

Por su parte, Mons. Emilio expresó su gratitud con un himno de la hora intermedia” bajo el título “Tu poder multiplica”, en el que, a veces emocionado, fue hilando textos bíblicos con el sentido de su vida, de sus deseos, de su acción propositiva para construir la paz y hacer comprender la misión de la Iglesia en la sociedad y en el mundo.

El reconocido pintor Cosme Proenza se acercó al presbiterio con un cuadro, obra suya, representando el escudo episcopal del Obispo. La celebración no terminó con la Eucaristía. Desde allí el pueblo congregado caminó al templo de la Parroquia de San José para seguir festejando

“Fueron más de tres horas de regalos, iniciativas, cuadros plásticos, poesías y bailes. Y también varias comunidades con un ‘ramillete espiritual’ a la antigua usanza, todos preparados por las comunidades”, explicó el P. Presilla. Está convencido de que “estos acontecimientos hacen falta porque las gentes salen de sus empobrecidos pueblos, cansados y agotados de lo mismo, pero fieles a la fe, a la Iglesia; movidos por el cariño al Obispo”.

Mons. Emilio en 1991 y en 2016
Mons. Emilio en 1991 y en 2016

ndicó que “todos, hasta el Nuncio, pasaron haciendo la cola para la merienda, sin más… Era fiesta sencilla y amena, del pueblo a su pastor”.

Y comentó que Monseñor Emilio se mostró emocionado hasta las lágrimas en situaciones concretas y con comentarios pastorales oportunos en algunas intervenciones”.

Días después, al cumplirse el octavario de la celebración, Mons. Aranguren escribió a sus agentes pastorales animándoles a seguir caminando “al paso”. Y les explicaba: “Decir ‘al paso’ no quiere decir rutina ni lentitud sino al contrario es disposición y compromiso, no como fruto de un embullo o meta sino como vocación y misión”.

Y añadía: “Gracias, nuevamente por todo lo de estos días”.

A.CANTERO, Holguín Católico

 

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