Peregrinación y Eucaristía en el Santuario de El Cobre
SANTUARIO DE EL COBRE, Santiago de Cuba.- Con canciones a la Virgen y el rezo de Avemarías centenares de fieles se unieron, el 10 de mayo, a una peregrinación, desde la zona del pueblo del El Cobre hacia el Santuario Nacional, situado a unos 15 kilómetros de Santiago de Cuba, para felicitar a la Virgen de la Caridad por los 100 años como Patrona de Cuba y de todos los cubanos.


La peregrinación y la Misa que tuvo lugar después, fue presidida por el Arzobispo de Santiago de Cuba y concelebrada por los obispos cubanos, el Nuncio Apostólico Arz. Giorgio Lingua y unos 30 sacerdotes y diáconos.
Los vecinos del lugar y peregrinos llegados de todo la Isla y desde el exterior se congregaron junto al edificio que fue la Iglesia parroquial de el Cobre, en donde recibía veneración la bendita imagen el 24 de septiembre de 1915 fecha en que un grupo de ‘Mambises’, veteranos de la Guerra de Independencia, en el sigo XIX, le solicitaron al Papa Benedicto XV que declarara a la Virgen de la Caridad Patrona de Cuba. El 16 de mayo de 1916 el Santo Padre atendió esta petición.
En el mismo lugar, 100 años después, el arzobispo Dionisio García Ibañez, Presidente de la Conferencia de Obispos, se dirigió a los fieles, congregados al aire libre bajo un cielo gris que amenazaba lluvia, y les invitó a peregrinar. Los fieles portaban en sus manos pequeñas velas encendidas. A su paso por el pueblo se iba uniendo más gente y para cuando llegaron al pie de la escalinata del Santuario, la multitud parecía un río humano deseoso de entrar en el templo, que pronto se llenó.

Antes de iniciar el rito se leyó la carta que los Mambises dirigieron al Papa Benedicto XV pidiéndole que declarara a la virgen de la Caridad Patrona de Cuba
En sus palabras durante la homilía, el obispo de Santa Clara, Mons. Arturo González Amador recordó que celebrar Eucaristía es descubrir la presencia de la Madre y de la comunidad de discípulos

La Virgen, dijo “nos asume como hijos en el Hijo” y como estuvo presente en Pentecostés también lo está en la historia de la nación cubana bajo el título de Nuestra Señora de la Caridad “nuestra querida virgencita, entrañable “Cachita”, -como le llaman cariñosamente los cubanos-, imagen que en 1612 “llegó en a nuestras tierras por las revoltosas aguas de la Bahía de Nipe para nunca marcharse”.
El obispo recordó que esta devoción hacía posible la celebración a los 100 años de convertirse en Patrona de cuba. Recordó que es una devoción que hunde sus raíces en la historia de Cuba y por ello los patriotas la llevaban en una medalla o estampa, y también le han cantado los poetas
Madre llevarte quiero conmigo, llevarte en mi pecho, llevarte en mi corazón. Quiero siempre estés a mi lado, para sentir tu calor de madre buena, calor de madre con amor.

Para el Obispo, estos sentimientos de gratitud y bendición son como una encendida antorcha de fe, amor, confianza esperanzada en ella. Señaló que estos sentimientos “que han llegado hasta nosotros de generación en generación” suponen que “hoy asumamos el serio compromiso y la tremenda responsabilidad de mantener el fuego de esta antorcha encendida con nuestra fe de hoy, con nuestro amor de hoy a Dios y al prójimo, con nuestra esperanza y confianza de hoy en la Virgen María de la caridad del Cobre.
Mons. González citó algunas de las advocaciones marianas tomadas de las letanías de la Virgen y puso a los pies de la Patrona de Cuba los distintos segmentos de la sociedad cubana :campesinos, obreros, intelectuales, obreros, gobernantes… También a los grupos de Iglesia y a la Iglesia misma “que quiere servir con humildad, viviendo y sirviendo en medio del pueblo, compartiendo sus alegrías y sus penas. Que quiere tomar la cruz, que es lo mismo que asumir los retos de cada día con amor”.
Terminó pidiendo una bendición “para estas tierras en cuyas verdes praderas elegiste un altar. No abandones a tu pueblo, líbrale de llanto y afán, Virgen santa y cubana. Que la caridad nos una”.
Estuvieron presentes en la Misa, Caridad Diego Bello y Carlos Samper Almaguer, de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC); Gabriel Blanco, del Buró Ejecutivo del Comité Provincial del PCC; Odesa Fuentes Medina, Secretaria de la Asamblea Provincial del Poder Popular, y otras autoridades de la provincia.
Al final de la Eucaristía se leyó una carta poco conocida, del 21 de agosto de 1916, en que el Papa Benedicto XV se dirige al entonces Arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Félix Ambrosio y a todos los obispos de Cuba, en orden a fomentar la devoción a la Virgen de la Caridad.
(Comunicadores, Diócesis Holguín)